El inicio del año nos trajo la publicación por parte de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (PRO-COMPETENCIA) del “Estudio sobre las Condiciones de Competencia en el Mercado Dominicano de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), en el sistema de capitalización individual”, el cual constituye un paso importante que no debe quedar opacado entre los ruidos de la pandemia y otros temas que copan la atención pública.
Este estudio debe servir de insumo para una profunda discusión que debe darse pronto sobre nuestro sistema de pensiones, pues medidas populistas para lograr retirar el 30% de los fondos de las cuentas de los trabajadores como busca el proyecto de ley que tantos tumultuosos incidentes ha ocasionado de nada servirán para mejorarlo, pues resolviendo una necesidad coyuntural afectarán la situación del trabajador para cuando será más vulnerable, y por ende más necesitará este ahorro.
Debemos destacar lo de ahorro, pues uno de los datos que arroja dicho estudio es que “las personas no perciben los fondos de pensiones como parte de sus ahorros”, y que “los afiliados no entienden el Sistema” y peor aún “tienen poco interés en comprender como funciona”. Por eso es fundamental que los reguladores ejerzan un mejor rol, no solo para lograr que los afiliados reciban educación e información financiera clara y suficiente para poder tomar decisiones fundadas en los beneficios que pueden conseguir al elegir una AFP frente a otra, sino para promover medidas oportunas.
Como señala el estudio, existen condiciones que “no contribuyen a la existencia de una competencia de precios (comisiones)”, como “las barreras a la entrada”, la desinformación imperante y la característica de “mercado cautivo”, haciendo un análisis comparativo que refleja datos de utilidad para la discusión, como que en nuestro caso “al homologar los ingresos por comisiones / patrimonio administrado, el indicador es de 3.06% para el año 2010, cifra muy superior a la media latinoamericana de 1.39%”, siendo la media para el año 2019 “de 1.14%” pero para nosotros “1.76%”, lo que si bien muestra una notable reducción evidencia que aún hay espacios de mejoría.
Otro dato interesante es que compara los rendimientos de las AFP con los bancos, señalando que estas “mantienen rendimientos sobre sus recursos superiores al promedio del Sistema Financiero”, indicando que para el intervalo 2008-2019 el rendimiento sobre activos promedio de este sistema es de 2.44%, mientras que para las 5 principales AFP el valor promedio es de 33.71%, y el rendimiento sobre el patrimonio, de un promedio de 20.94% para el primero y de 37.29% para las segundas.
Pero lo más importante es que hace recomendaciones que penetran las entrañas del sistema, como la de flexibilizar el procedimiento de traspaso disminuyendo los costos sugiriendo que el afiliado realice el trámite directamente en la AFP de destino y permitir que las solicitudes se hagan en línea, a lo que añadiríamos que deberían modificarse las restricciones de plazos, pues ante ellas la libre elección ha sido una quimera, así como sustituir el mecanismo de “afiliación automática” de la ley, el cual dice es “una repartición ineficiente del mercado”, recomendando se haga sobre la base de indicadores financieros de eficiencia, rendimiento, y menor comisión ofrecida, refiriendo que Chile ha puesto en práctica licitar cada dos años la cartera de nuevos afiliados. Solo así podrán obtenerse mejorías para los afiliados en un mercado que según concluye el estudio es “altamente concentrado, con una estructura oligopólica”.
Grano a grano se llena la gallina el buche, hagamos pronto lo que tenemos que hacer para que en nuestro sistema quienes engorden más sean los ahorros, promoviendo más competencia que garantice mayor rentabilidad, seguridad y diversidad en la inversión de los fondos de pensiones y calidad en los servicios.