Mucho en juego y el margen cada día es menor. El tiempo, fiel a su esencia, no se detiene hasta que cumple su propósito.
¿Se quedará la República Dominicana con las dos coronas de bateo? De entrada eso nunca ha sucedido en los registros de las Grandes Ligas. Vladimir Guerrero Jr., segundo en la Liga Americana con .315 detrás del cubano Yuli Gurriel, de Houston, quien batea para .317, y Juan Soto, empatado en .322 con Trea Turner, de los Dodgers, en la Liga Nacional al inicio de la jornada de anoche, tienen la oportunidad dorada de hacerlo.
Guerrero Jr. estará desde esta noche en una serie complicada contra los inspirados Yankees, protagonistas de una barrida en Boston el fin de semana que les dio el control momentáneo del primer comodín de la Liga Americana.
Soto, de su lado, estaba anoche en la casa de los Rockies en Colorado sin otro propósito que no sea pensar en sus logros individuales para fortalecer su candidatura al premio de Jugador Más Valioso, aunque desde este rincón pienso que Fernando Tatis III y Bryce Harper son los principales aspirantes.
Soto, con un imponente .351, fue el mejor en ese departamento en 2020, la campaña recortada a 60 juegos por el COVID-19, y de llevárselo en este 2021 sería el primer hijo de esta tierra con dos cetros y en su caso, en forma consecutiva.
José Reyes, en 2011 con los Mets de Nueva York, es el último criollo con un título de bateo en una campaña de 162 partidos. Ese año tuvo promedio de .337.
Guerrero Jr. es colíder en cuadrangulares junto a Salvador Pérez, ambos con 46. En la Nacional, Tatis III comanda ese rubro con 41. La anterior ocasión en que dos dominicanos se apoderaron de los vuelacercas en ambos circuitos fue en 2010, cuando Albert Pujols dio 42 con San Luis y José Bautista 54 con Toronto.
Vladimir buscará, por igual, mantener la ventaja en otros encasillados importantes a la ofensiva, en lo que debe ser una de las mejores contiendas con el madero en muchos años. Mejor sería si logra pisar la postemporada con los Azulejos de Toronto.
Veamos qué sucede de aquí al domingo. Atentos, que está bueno.