Si algo define a los votantes en los últimos años en la NBA, en cuanto al Jugador Más Valioso se refiere, es la coherencia.
Desde 2014-15 a la fecha, el ganador ha salido mayormente del conjunto con la mejor marca. La excepción es Russell Westbrook en 2016-17, cuando logró la hazaña de promediar triple-doble.
Me sorprendió ver a LeBron James, uno de los gigantes que ha tenido el juego, hacer una crítica al sistema de elección porque apenas sacó 16 sufragios de primer lugar para el lauro, obtenido ampliamente por Giannis Antetokounmpo, y lo hizo después del primer triunfo de los Lakers ante Denver.
¿Alguien me explica la diferencia entre quedar en segundo puesto por uno o por 69 votos? ¿Era necesario poner ese tema sobre la mesa tras una victoria de su equipo?
Me lo encuentro raro que provenga de alguien quien, cuyos defensores, una legión inmensa e intensa, se ufanan de proclamar que el “Rey” ya no juega para premios, que su meta es sumar coronas.
La realidad va por otro lado. De hecho, nunca le crea a un atleta que diga que no lleva el conteo de sus números.
Es una mentira que suele volar con alas de Albatros.
Que a sus 35 años y 17 campañas en la liga James sea finalista para el JMV, es un alto honor proveniente de aquellos con derecho a voto. Por algo fue él y no Anthony Davis, dueño de unos números impresionantes en la regular, etapa en la que nadie estuvo cerca de Giannis, conquistador por igual del Defensa del Año, uniéndose a Michael Jordan y a Hakeem Olajuwon.
Entiendo que LeBron quisiera el JMV. Ahí empataba con Jordan en ese departamento. También rechifló por el Defensa del Año que obtuvo Marc Gasol. Ese es otro trofeo en la colección de Michael que está ausente de la suya.
El sistema que James fustigó es el mismo que en cuatro oportunidades lo ha declarado JMV y en tres de ellas sus equipos tuvieron el mejor registro (Cleveland 2008-09 y 2009-10 y 2012-13 con Miami Heat).
Si me favorece es bueno, pero si pierdo hay problemas. Tremenda narrativa de conveniencia. Es de grandes aceptar con donaire cuando el resultado es adverso a la expectativa.