La época de Navidad, cuando celebramos el nacimiento de Jesucristo, es el tiempo propicio para expresar las gracias a todos aquellos que nos brindaron un servicio, una sonrisa, su amistad, un saludo o nos hicieron un favor en el transcurso del año.
Gracias a la señora Miguelina y a Mary por prepararnos cada día un sabroso café, que degustamos cual si fuera la bebida de los “dioses”, acompañado con la tierna bendición de doña Miguelina.
Gracias a mi familia por ser mi soporte de cada día, expresarme cariño y respeto sin esperar más que una sonrisa desde el alma, especialmente a mi esposa.
Gracias a mis hijos por su ejemplar comportamiento en su diario vivir, como son los estudios, trabajo, y buena crianza de sus hijos, para que sean hombres y mujeres de valores, como se los inculcamos sus padres.
Gracias a mis compañeros de trabajo, con quienes libro cada día la batalla por brindar el mejor servicio a los ciudadanos, por su comprensión y estima.
Gracias a las personas que la vida ha atraído hacia a mí en busca de un servicio u orientación para cubrir alguna necesidad, especialmente a doña Lorda Salazar, un ángel que brinda paz, con sus bendiciones y un abrazo en medio de la turbulencia.
Gracias a mis colegas de los medios de comunicación que me apoyan en la consecución de los objetivos de mis labores, de forma desinteresada.
Gracias a mis amigos, Alberto, Fabian, Julio y Gregory, por ser cómplices del desestrese de los viernes, así como a todos los hermanos de amistad que me ha dado la vida.
En fin, este ha sido un año extraordinario, con sus altas y sus bajas, por lo cual elevo miles de gracias al cielo por la vida, las cosas sencillas y la felicidad por aún estar en la tierra compartiendo con tantas personas de buen corazón. Feliz Navidad para todos.