En el 2013 inicié en el importante diario elCaribe, la publicación semanal de mis artículos sobre diferentes temas en la historia del país, cuyas interesantes entregas ascienden a la fecha a unos 110 artículos, los cuales aparecerán en un libro que se encuentra en impresión patrocinado por la Universidad UTE, de la cual soy su Rector, con la finalidad de distribuirlos entre las instituciones educativas nacionales para que sirva de referente en los diferentes temas enfocados.
Doy gracias a la vida y a Dios Nuestro Señor que me ha permitido llegar a la cuarta edad, todavía con mi mente lúcida, no obstante ser un octogenario.
Es por ello que puedo incluir debajo, algunas estrofas de la bonita canción del cantautor argentino Alberto Cortés, que dicen:
Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me dio dos luceros, que cuando los abro,
Perfecto distingo lo negro del blanco
Y en el alto cielo su fondo estrellado
Y en las multitudes el hombre que yo amo
Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado el oído que en todo su ancho…
No puedo olvidar expresar mi profundo agradecimiento al director de elCaribe, valioso egresado de la carrera de Derecho de la UTE, porque con toda generosidad me ofreció la facilidad para que publicara mis artículos semanales, pues en 1948 cuando salió por primera vez este valioso periódico, fui su primer canillita, de lo que me he enorgullecido siempre. Es por ello que cuando elCaribe cumplió 60 años de fundado, fui entrevistado por su entonces director, parte de la cual inserto a continuación:
Relatos de un canillita
“Fui el primer canillita de elCaribe en Salcedo y lo llevo con orgullo”. La expresión con que José Nicolás Almánzar relata aquella experiencia, no podía ser más emotiva. Este hombre, que de vendedor ambulante de periódicos alcanza la condición de connotada figura política, académica e intelectual, retrocede varias décadas de su existencia y cuenta lo que dice haber vivido con plena satisfacción.
“Recuerdo que era un periódico demasiado grande para mí, era casi un libro; tenía demasiado material”, evoca Almánzar. Apunta que el 14 de abril del año 1948, cuando elCaribe se somete a escrutinio público con su primera edición, solo tenía 13 años de edad.
Dice que siendo un jovencito, ese inolvidable catorce de abril, recorrió las calles del pueblo de Salcedo, anunciando la llegada del nuevo periódico llamado
elCaribe.
“Yo iba voceando, y se lo llevaba a la gente para que se suscribieran. En esa época, el periódico costaba cinco centavos” rememora Almánzar.
“elCaribe era muy pesado” reitera, mientras observa una muestra del primer ejemplar del periódico que hoy cumple 60 años de creación y salida ininterrumpida.
Recuerda que los empresarios y la clase profesional eran los que más se interesaban por elCaribe, aunque destaca que para la época no eran muchos los formados con estudios superiores, pues estamos hablando de 1948, cuando solo había una universidad (la Universidad Autónoma de Santo Domingo-UASD-)”, precisa.
Para ilustrar la humildad que asegura, dice que la conservará hasta el fin de su existencia. Cuenta que cuando desarrolla actividades propias de la vida común hay quienes cuestionan por qué un personaje que ha ocupado relevantes puestos de dirección en la esfera pública y privada, no asume una postura ajustada a su investidura.
“Cuando me ponen muy por arriba tengo que decirle que fui quien regó el periódico elCaribe en Salcedo. Lo llevo con mucho orgullo porque progresé de esa forma y la gente nunca me vio con humillación”.
Supuestamente este será mi último artículo, pues pienso tomar un receso de algunos meses para poder terminar mis memorias. Pero eso no quita, que ocasionalmente, publique aquellos artículos que de alguna manera son necesarios según las circunstancias y el rumbo que pueda tomar el país en su desarrollo histórico, político y socioeducativo.
No puedo concluir sin agradecer a mis queridos lectores que cuando me ven en las calles me felicitan por el contenido de los mismos, los cuales dicen son verdaderos orientadores para el bienestar del país.
También agradezco a mi secretaria Ofelia Pereyra, quien se ha ocupado de transcribir y luego pasar a elCaribe mis artículos, así como también a la distinguida amiga Yokasta Francisco, Secretaria del Director de elCaribe por su gentileza y atención a mis humildes entregas semanales, y a la Lic. Adda Milka De Óleo, Directora de Evaluación y Desarrollo Docente de la Universidad UTE, por su amabilidad y dedicación al corregir mis entregas de cada semana.
A todos, muchas gracias.
