El presidente Luis Abinader ha profundizado en la palabra “cambio”, lo que envía un mensaje claro de que el manejo de la administración pública debe ir de la mano con un sentido de historia y coherencia. En su campaña para alcanzar el Gobierno en 2020, el cambio fue el eje central, y para las elecciones de 2024, continúa enfatizando la necesidad de seguir en esa misma dirección. Esto debe ser tomado en cuenta al evaluar su gestión, pues, lejos de ser un improvisado, demuestra una firme convicción de que sabe lo que está haciendo.
Su decisión de desafiar un sistema que permitía malas prácticas sin entender la corrupción es un indicativo de su compromiso con la transparencia. Al hablar de reformas en el Poder Ejecutivo, nos referimos a la necesidad de eficientizar el Estado. Por ello, denomino a este artículo “El presidente disruptivo”.
A mis amigos y compañeros que acompañamos al presidente Abinader en esta visión, les insto a buscar el lado positivo y a entender este proceso. Los gobernantes no siempre son tan sinceros como lo está siendo él, y por eso necesita más comprensión que nunca. Este es un gran inicio hacia una sociedad que, sin duda, se dirige al desarrollo.
Reformas como la sensata decisión de no presentarse nuevamente, plasmada en la Constitución, buscan generar confianza en los dominicanos, y asegurar que su único objetivo es el bienestar colectivo. De aquí se desprende una realidad ineludible: se romperán los paradigmas que deterioran o interrumpen el progreso de esta visión de país.
Como dijo Mahatma Gandhi: “Sé el cambio que deseas ver en el mundo”. Este es un llamado a todos nosotros para que nuestras acciones reflejen el compromiso con este cambio.
