El 173 aniversario de nuestra Constitución nos sorprendió en un debate que más que adentrarnos en su contenido vale más la pena describir el contexto en el que se desarrolla.
Se trata del invocado tema de la reelección presidencial y las posibilidades que el propio texto constitucional ofrece para que Danilo Medina sea candidato para las elecciones del 2020.
Aunque el debate no tiene nada de nuevo, resulta sorprendente que en medio de los problemas que gravitan sobre la sociedad dominicana se intente poner como tema de interés nacional la repostulación del presidente Medina, quien en ningún momento ha mostrado su intención (al menos públicamente) de querer seguir rigiendo la conducción del Estado.
Ya son varias las veces en que el presidente Medina ha pedido que lo dejen gobernar, e incluso dejó claro que no tiene planes de seguir más allá del 2020. Pero hay quienes apuestan a poner al primer mandatario en lo que él mismo ha dicho que no está.
¿Qué se persigue con esto? No lo sé. Pero lo cierto es que República Dominicana no puede seguir por ese derrotero, relegando temas que sí son de interés de las grandes mayorías, como la violencia intrafamiliar y sus fatales consecuencias, la falta de empleo, inseguridad ciudadana y la debilidad institucional.
Esos, para tan sólo citar algunos de los tantos males que nos aturden y alteran nuestro ritmo de vida como nación. Y es precisamente a lo que el presidente hace referencia cuando pide que lo dejen gobernar: poder concentrarse en las cosas de Estado, que se resumen en la búsqueda del bien común.
Sin embargo, no es posible que un presidente de la República pueda ser lo suficientemente eficiente distraído en situaciones que están incluso fuera del ámbito constitucional que justifica su existencia.
Y peor aún, cuando estos temas fuera de sus obligaciones son puestos en el tapete por gente de su entorno, como también los hay. El pueblo dominicano quiere a un presidente preocupado por su salud, por la educación de sus hijos y la seguridad integral de sus familias.
El pueblo que votó en dos períodos seguidos por Danilo Medina quiere que siga invariable su plan de Gobierno en favor de los más necesitados, buscando el equilibrio necesario para hacer de nuestra patria un lugar donde realmente valga la pena vivir.
La gente no quiere escuchar el tema de la reelección presidencial por los siglos de los siglos, sólo porque a un grupito les convenga el continuismo, mucho más que las mejoras que realmente le urgen al Estado dominicano.