El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) es una organización que ha escrito grandes páginas en la historia dominicana y en varios momentos ha sorprendido a la comunidad política, porque se vislumbran graves crisis y contrario a la creencia general, sale más fortalecido.
Cuando el PLD se dividió en octubre del 2019 y su presidente de entonces, Leonel Fernández, abandonó esa entidad y se alió al PRM, el PLD como estructura mantuvo su fortaleza y se evidenciaba con todas las posibilidades de lograr el triunfo en las elecciones del 2020. Pero tres acontecimientos no previstos le pusieron la tapa al pomo y cambiaron el panorama electoral. Esos tres acontecimientos fueron: la suspensión de las elecciones municipales de febrero 2020, el desarrollo de las protestas en la Plaza de la Bandera y la pandemia del coronavirus.
Con la conjunción en un mismo espacio de todos esos acontecimientos, el PLD fue sacado del poder en las elecciones de julio 2020. Y aunque mostró cierta fortaleza electoral, pues quedó en un segundo lugar con una significativa votación de un 38%, lo que vino después de que el PRM asumiera el poder fue una agresiva campaña para mostrar que el PLD y los funcionarios de Danilo Medina, eran un grupo de corruptos. El gobierno de Luis Abinader utilizó el Ministerio Público como un centro de acusaciones en contra del PLD para desacreditarlo, creyendo que con todas esas acusaciones de corrupción y los shows mediáticos, iban a liquidar al PLD y el liderazgo de Danilo.
Al fallarle la campaña de corrupción, el PRM ha desarrollado otra campaña de premiar el transfuguismo, convenció o compró a muchos cuadros importantes del PLD, especialmente los alcaldes que tienen la pretensión de reelegirse. Muestran una gran desesperación convenciendo a varios alcaldes peledeístas que no se resisten “ante el monto de los argumentos” que les presenta el Gobierno.
La clave para que ese proceso de fortalecimiento del PLD haya tenido éxito ha sido el desarrollo de una clara y definida estrategia de entender lo que pasó al salir del poder y la necesidad de readecuar su efectiva estructura orgánica y electoral, para retornar lo más pronto posible al poder. Lo que el PLD ha realizado desde el punto de vista de su reestructuración orgánica en tan sólo año y medio, ha sido excepcional, algo que no lo ha realizado partido político dominicano en ninguna etapa anterior. Para tener una noción más clara de lo que el PLD ha logrado, veamos un listado de las principales acciones:
-Aprobación de nuevos estatutos;
-Elección y ampliación de Comité Central;
-Ampliación y escogencia de un nuevo Comité Político;
-Escogencia de un nuevo Presidente y un nuevo Secretario General;
-Elección de titulares de más de 35 secretarías con sus subsecretarios
-Realización de más de 400 elecciones para renovar direcciones provinciales, municipales, circunscripciones y distritos municipales (que tenían 20 años que no se renovaban).
-Veinte actos masivos juramentación de más de 600 mil nuevos peledeístas, la mayoría gente joven entre 17 y 42 años.
-La Consulta Ciudadana del 16 de octubre del 2022, donde eligieron a Abel Martínez como el candidato presidencial del PLD. Un proceso ejemplar, donde muchos creyeron que el PLD se dividía y lo que ha sucedido es que muestra más fortaleza que nunca.
Hoy día, y para sorpresa de muchos, el PLD tiene amplias posibilidades de salir airoso y hasta ganar el próximo torneo electoral. Y esto así porque ese partido tiene a su favor muchos elementos, que ninguno de los dos partidos que le adversan, el PRM y la FP, cuentan con ellos en los actuales momentos.
Uno de esos elementos es el hecho de que el PLD posee la mejor, la más grande y la más efectiva maquinaria política y electoral del país. El PRM no tiene una sólida estructura orgánica ni electoral, sino que en los actuales momentos es que está haciendo esfuerzos para consolidarla. Estar en el gobierno le ayuda, pero la realidad es que orgánicamente hablando el PRM es muy débil todavía. En el caso de la Fuerza del Pueblo el panorama es más crítico pues a pesar de toda la propaganda que hacen, lo cierto es que la FP no cuenta con estructuras en todo el país y donde las tiene, todavía es muy débil.
Por razones como esa, y otras que analizaremos en nuestro artículo de la próxima semana, es que el PLD sigue siendo la principal fuerza política de la nación y tiene amplias posibilidades de lograr un importante triunfo en los procesos electorales de febrero y mayo del año 2024.