Que una mujer vaya a gobernar en México, sede del machismo político continental, es algo extraordinario. Que un país de más de doscientos millones de habitantes y 32 estados federales, sólo en uno de los cuales, el Distrito Federal, ha gobernado una mujer, tenga un gobierno encabezado por esa fémina, Claudia Sheinbaum, es de gran trascendencia. Que se están produciendo hechos nunca imaginados: un joven mano dura reelecto en El Salvador, un loco en Argentina que insulta al papa, un exmandatario en Brasil que desde la cárcel vuelve al poder, y ahora un reto exterminante del machismo político de más larga historia… (Sí, esto está cambiando).