Fernando Ferrán: Es fácil soñar un mejor país. Apetecible quererlo. Noble esperarlo. Pero escurridizo, más que por el jabón de la retórica -que ni restriega ni enjuaga conciencias-, por esa pasta humana que desde tiempo coloniales desvaría con sus ínfulas de poder, devasta con sus decisiones arbitrarias, frena con su ejemplo de lucro, desgobierna empobreciendo el cuerpo social y empeñando el sudor de su frente. De ahí mis cacofónicos deseos de año nuevo: justicia justa, instituciones institucionalizadas, democracia democrática y más, mucha más verdad y libertad para el pueblo, que no debe ser ni indolente ni servil.
Soñar un mejor país
Es fácil soñar un mejor país. Apetecible quererlo. Noble esperarlo. Pero escurridizo, más que por el jabón de la retórica -que ni restriega ni enjuaga conciencias