“Dios dice que la gloria está en el cielo,/ y que es de los mortales el consuelo al morir./ Desmiento a Dios/ porque, al tenerte yo en vida,/ no necesito ir al cielo tisú,/ si, alma mía, la gloria eres tú”…(Al escucharla ayer recordé lo que jamás podría olvidar: Aquel evento de solidaridad de la Universidad Nacional Autónoma de México con el pueblo dominicano, en 1965, cuando conocí al gran compositor cubano José Antonio Méndez, quien cantó allí “La gloria eres tú”, tal como la compuso originalmente en 1957, que fue cuando, bajo presión de la Iglesia Católica, el dictador Fulgencio Batista le ordenó cambiar el lógico “Desmiento a Dios” por “Bendito Dios”.