¡Me quedé boquiabierto cuado terminó una entrevista televisiva sobre el caso haitiano que le hicieron a Pelegrín Castillo, que es mucho más que un hijo de Vincho! ¡Cuánta cultura política, más allá de la coyuntura inmediata, más allá de las bandas delincuenciales que dominan metro a metro ese pobre país! ¡Cuánta elocuencia en la exposición racional de cada aspecto de esa triste realidad! ¡Cuánta precisión sobre el drama haitiano y su impacto en nuestro presente y futuro!… ¡Que se callen los pregoneros del odio y el prejuicio, pues sólo Pelegrín define con objetividad la solución de nuestra más grave amenaza! (Ojo, Abinader, habla con él).