La República Dominicana se siente muy orgullosa de un invento que compite ventajosamente con cualesquiera otros que el Tercer Mundo haya aportado a la cultura mundial. Sencillamente no hay forma de emularlo ni mínimamente para orgullo de otros pueblos. Sencillamente los contenidos de este invento son exclusiva creación, ya centenaria, de un pueblo que sabe gozar los sentidos, especialmente el del gusto. Sencillamente este invento nos confiere un espacio único, que se manifiesta solamente en nuestro país, en los días de la Semana Santa… ¡La inimitable habichuela con dulce!