Primero: El francotirador escoge un lugar y momento en que miles de personas serán testigos y hasta podrían verlo o impedirle disparar. Segundo: El sujeto llega al lugar y sube a su azotea sin que nadie se percatara del arma de guerra. Tercero: Pese al poder de la bala, esta no perfora la oreja ni roza la mejilla. Cuarto: En menos de cinco minutos, la policía lo mata, sin tratar de detenerlo. Quinto: En medio del desbarajuste, Trump le saca provecho al atentado levantando un puño triunfante. Sexto: Ya es casi seguro ganador de las elecciones presidenciales y Biden que se vaya al carajo… (Verdad que sí: está muy raro, rarísimo).