Hay cosas que sólo se ven en este país, el que más queremos, el que mejores sueños nos provoca, el que peores enojos nos regala… A propósito de esto último, ¿cómo es posible, carajo, que los restos de Pedro Santana, quien le impuso el exilio a Juan Pablo Duarte; quien asesinó a Francisco del Rosario y a María Trinidad Sánchez; quien condenó a la clandestinidad a muchos patriotas; quien convirtió a la recién nacida República Dominicana en una provincia de España, permanezcan en el Panteón Nacional? (Sólo Luis Abinader, presidente de esta patria restaurada, tiene la respuesta).