Ayer me olvidé del mundo y el mundo se olvidó de mí. Perdí la nocion del tiempo, como le consta al monton de gente (la mayoría desconocida) a la que le pregunté la hora (pues hace muchos años que no uso reloj en la muñeca). No supe nada de lo que pasó en este país y en el resto del mundo (pues ya no están en el aire Radio Mil ni Radio Popular). No pude hablar más que con la gente que me rodeaba, sin meterne en temas trascendentes. (Ayer, pues, fui un ser sin procedencia ni destino, pues se me dañó el celular y no tuve idea de qué hacer en lo que resta del siglo 23, que creo es el que hoy me toca vivir).