El asilo territorial y el asilo diplomático son conceptos distintos y, por lo tanto, lo adecuado es no usarlos indistintamente.
En la red es habitual encontrar frases como «Ecuador ha anunciado este jueves su decisión de conceder asilo territorial al fundador de Wikileaks, Julian Assange», «Los afganos lideran el número de peticiones de asilo diplomático» o «La atleta bielorrusa pide asilo territorial tras un intento forzado de deportación».
Tal y como se recoge en el Diccionario panhispánico del español jurídico, de la RAE, el asilo territorial alude a la ‘protección que un Estado […] concede en su territorio a determinadas personas extranjeras que llegan a él perseguidas por motivos ideológicos, políticos, religiosos, raciales o de orientación sexual que ponen en peligro su vida, su integridad física o su libertad en el Estado del que proceden’ y el asilo diplomático a la ‘protección que el Estado, en virtud de los privilegios que corresponden a sus misiones diplomáticas ante terceros Estados, concede temporalmente en los locales de su misión diplomática a personas perseguidas por motivos ideológicos o políticos’.
Por su parte, el Diccionario de la lengua española define asilo político como ‘asilo que se concede a un extranjero desterrado o huido de su país por motivos políticos’. Por lo tanto, el asilo político puede considerarse en determinados contextos sinónimo de asilo territorial, como en «La posición del partido de ultraderecha en cuanto a ofrecer asilo político a los afganos», donde podría haberse usado también territorial.
Así las cosas, en los ejemplos iniciales lo adecuado habría sido escribir: «Ecuador ha anunciado este jueves su decisión de conceder asilo diplomático al fundador de Wikileaks, Julian Assange», «Los afganos lideran el número de peticiones de asilo territorial» y «La atleta bielorrusa pide asilo diplomático tras un intento forzado de deportación».