Hay quienes se resisten a entender que nuestra sociedad ha ido enfermando cada vez más. El estudio “Impacto de la Salud Mental en el Sistema de Salud Dominicano”, realizado por IQVIA en alianza con Janssen, de la empresa farmacéutica de Johnson & Johnson, reveló datos que nos deben poner a pensar seriamente.

El 20% de la población en el país padece algún trastorno mental y de igual manera el estudio determinó que el país ocupa el primer lugar en Centroamérica y el Caribe con mayor carga de enfermedades de salud mental.

El Trastorno Depresivo Mayor (TDM), la ansiedad, el trastorno bipolar y la esquizofrenia son los diagnósticos que más afectan a la población dominicana, según la investigación.

Estas cifras se han quedado cortas, partiendo de que el Colegio Dominicano de Sicólogos y la Sociedad de Psiquiatría han realizado investigaciones que señalan que un 25 por ciento de la población sufre de algún trastorno relacionado a la salud mental.

La pregunta que corresponde es ¿qué haremos para cambiar esas cifras?

Hay que actuar, aunque formamos parte de los países de la región que asignan un presupuesto menor al 1% para salud mental. Actualmente, el gasto público del país es del 0,73% del presupuesto nacional, cifra inferior al rango recomendado por la Organización Mundial de la Salud, que es del 5% al 10%.
Ante esta triste realidad, estamos llamados a la acción, las autoridades deben entender lo grave de la problemática y la ciudadanía también.

Nos enfrentamos a una sociedad enferma, llena de violencia y de situaciones que para nada ayudan a una convivencia pacífica y en paz.

En las calles, llenas de gente intolerante, convivimos con violadores, enajenados mentales, esquizofrénicos, que ni siquiera han sido diagnosticados. De ahí que veamos tantos casos que nos han arrebatado a gente valiosa. Una simple discusión es un detonante para que se produzca una tragedia.
Está en el Congreso un proyecto de ley que procura protección para la ciudadanía en torno a la salud mental, el diputado Aníbal Díaz ha batallado desde el 2020 porque sea una realidad, pese a tener el apoyo de sus colegas, de la comunidad médica, no ha sido posible.

Ojalá y no se desanime y siga presionando para que todos entendamos que nuestra sociedad está enferma, que agoniza y requiere de la atención urgente.

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