En estos tiempos en los que pareciera que nadie quiere ayudar a descubrir nada, Mario Alonso Puig colgó su bata de médico y 26 años de ejercicio, para contribuir un poco a la transformación que necesita el mundo.
No se puede cambiar un mundo sin que se impacte la vida de la gente. La gente, sin dudas, es la materia prima, es por ello que la filántropa Lucy Doughty identificó que Mario Alonso podía ayudar en ese propósito.
Es así que en una conversación donde primó el amor este conferencista decidido que es hora de que la gente reaccione ante los retos y evolución y habló de los límites, de la inspiración y sobre todo de los pasos que hay que dar para sacar nuestra mejor versión como seres humanos.
Ante un público que escuchaba atento y motivado cada palabra, este español apeló a los sentimientos y emociones para sacar nuestra mejor versión .
Sin dudas que fue una experiencia más que religiosa, de esas que sólo se viven una vez .
Previo a esta convocatoria masiva que se llevó a cabo en el Hotel Hyatt Xilara, Lucy que ha decidido aportar su granito de arena en pos de conseguir una sociedad más positiva y feliz, reunió en su casa en Cap Cana a un grupo de amigos a los que Mario Alonso junto a otro extraordinario ser humano Ismael Cala ayudaron a despejar dudas sobre esa búsqueda de la felicidad que para nada tiene que ver con el tener.
Tanto Cala como Puig coincidieron fue la importancia de cultivar una mentalidad positiva, el inicio de todo.
Y nos instaron a dejar atrás los pensamientos limitantes y a adoptar una actitud optimista frente a los desafíos, esos que llegan a diario en la vida ordinaria
Hay un interés especial en mucha gente de obtener información que le permita seguir creciendo; hay un hambre de conectar con esa parte espiritual que tanto Cala como Mario señalaron no hay forma de hacerlo si primero no sabemos quiénes somos.
Ejemplos pusieron por doquier pero una palabra robó mi atención cuando hablaron de la envidia, ese sentimiento tan dañino que se apodera de nosotros cuando menos lo pensamos. Mirar la envidia como una admiración hacia algo o alguien fue uno de los capítulos tratados en los que el propio Cala hizo algunas revelaciones importantes.
Mi palabra favorita, de toda esta experiencia fue inspiración, protagonista en la velada en la “Cena de los sabios”, buscar eso que nos ayudará a dar el siguiente paso siempre será valioso aunque nos lleve tiempo.
Hay que sacudirse una y otra vez cuando por nuestra mente se asome el pensamiento de no puedo o yo soy así, eso nos recordó Mario que se atrevió a colgar su bata de médico en un centro importante de Estados Unidos para salir a recorrer el mundo promoviendo ante todo un mensaje inspirador y resiliente para tocar los corazones de tanta gente.
Si algo hay que agradecer es que en un mundo donde aún la guerra sigue arrebatándonos vidas estos dos ciudadanos del mundo Ismael Cala y Mario Alonso Puig han decidido aportar lo suyo, para que de alguna manera quienes así lo desean puedan aprender a ser un poco más felices con lo que tenemos ahora en el presente, porque “yo no sé mañana”. Gracias Lucy por esta inspiradora experiencia.