Luego de que el Tribunal Superior Administrativo (TSA) emitiera la resolución que acredita como mayoritario al pujante partido Fuerza del Pueblo, decisión de una importancia vital en lo que se refiere a las partidas económicas que desembolsa la Junta Central Electoral (JCE), el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) reaccionó a la primera rechazando la medida, advirtiendo que recurrirían la decisión del organismo superior.

Algunos de los altos dirigentes del partido morado salieron a los medios a justificar el porqué de la decisión de recurrir una medida que además de favorecer a su opositor Fuerza del Pueblo, también perjudicaría al Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que fue un aliado fiel, sobre todo en las elecciones del 2016 para que Danilo Medina lograra la reelección sin mayores contratiempos.

Muchos han criticado en más de una ocasión posiciones públicas asumidas por la alta dirigencia del PLD, que en ocasiones pareciera son tomadas más que por el consenso y estrategia política desde la emotividad sobrecogida por un profundo sentimiento de venganza.

Cuando algunas voces, con un peso importante en el partido morado comenzaron a manifestar su desacuerdo con que su partido recurriera una sentencia que a todas luces tendría asidero legal, estos recibieron críticas en el cuadrilátero mediático.
Pero afortunadamente la sensatez predominó. El PLD anunció que no recurrirá la sentencia del TSA que instruye a la JCE a realizar la clasificación de los partidos en función del principio de favorabilidad.

El tema había sido debatido en tres ocasiones en la mesa de reunión del Comité Político morado. Evidentemente había causado diferencias entre sus integrantes, ya que algunos dirigentes se oponían a la casación, en el entendido de que alejaba a los aliados, algo importante en momentos como el que vive el PLD y el país.

Héctor Guzmán, vicepresidente del PRD, abordó el tema y aclaró en una entrevista que las alianzas concluyeron inmediatamente que fueron elegidas las nuevas autoridades.

Tanto Reinaldo Pared como José Tomás Pérez, ambos dirigentes con una gran experiencia política, fueron de los primeros en manifestar que su partido no lograría nada recurriendo la decisión del TSA, más allá de lo que provocaría una posible enajenación de un aliado sincero y leal como fue el PRD.

Las alianzas del último proceso electoral cumplieron su ciclo. Pero con el tiempo, los partidos van necesitando aliados para librar las batallas que anteceden esa gran guerra que nos llevará a las urnas en mayo del 2024.

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