El Congreso ha estado activo, tanto los diputados como los senadores. Hay muchos temas de interés que se debaten en el hemiciclo, algunos generan la atención y otros, por el contrario, generan críticas de la ciudadanía.
Desde el pasado jueves se debate en los medios el hecho de que el diputado Alexander Cuevas del PRM, presentó a la sesión un anteproyecto de ley que busca declarar las peleas de gallo, como patrimonio cultural del país.
El gallo, como símbolo expresivo, ha estado asociado con el hombre desde los tiempos prehistóricos y así lo asegura José M. Pichardo, en su obra “Gallos y Galleros” quien además sostiene que “en las catacumbas aparece una escena de dos gallos a los que incitan al combate dos niños”.
El patrimonio cultural es el conjunto de bienes tangibles e intangibles, que constituyen la herencia de un país o grupo de personas. Como producto de la creatividad humana, se hereda, se transmite, se modifica de generación en generación.
La propuesta del diputado Cuevas ha sido enviada a la Comisión de Cultura de la Cámara Baja, su presidente, el honorable diputado Juan Julio Campos, ha dado a conocer que tiene este anteproyecto en turno para conocer a fondo y presentar el resultado de su evaluación a la sala cuando lo requieran.
El veterano periodista deportivo Bienvenido Rojas, defiende la iniciativa, toda vez que las peleas de gallo son un pasatiempo que heredamos y forman parte de nuestra cultura.
Sorprende el dato que arroja Rojas como conocedor del tema, en el país existen más galleras que escuelas e iglesias y que unas 800 mil personas aproximadamente, viven de este pasatiempo cuyo fin se traduce en negocio.
Resultaría interesante saber la motivación original del diputado del PRM para introducir la iniciativa. si es deseo de satisfacer un interés particular, por aquello de que muchos diputados son galleros o si en realidad está preocupado porque el pasatiempo no perima en el tiempo.
Saben los congresistas la necesidad que tienen sectores del arte como los teatristas y talentos de la televisión de que pongan su mirada hacia ellos, legislando para fortalecerlos. La ley de Teatro, por ejemplo, es una necesidad, el diputado José Horacio había defendido en su campaña tal iniciativa, mientras que la Ley de Televisión, es una propuesta que bien conoce el diputado Orlando Jorge Villegas. Ambos anteproyectos necesitan de manos que puedan impulsarlos y defenderlos, por el bien del arte, la cultura y los ciudadanos.