Escuchar hablar de cooperativismo a José Alejandro Rodríguez, director ejecutivo de la Asociación de Instituciones Rurales de Ahorros y Créditos (AIRAC), es hablar de un modelo que ha demostrado que funciona, pero que ha estado poco regulado.
Hoy cuando muchos sectores buscan menos injerencia de los que deben supervisar sus operaciones para mantener a flote las garantías de los asociados, AIRAC lo único que ha pedido en los últimos años es que se les regule.
“Las cooperativas rurales están preparadas para ser reguladas y lograr mayor alcance de sus productos y servicios con el objetivo de ampliar el crecimiento económico de sus socios”, planteó Rodríguez, en representación de unas 17 instituciones cooperativistas del país, cuyos activos ascienden a RD$117,156 millones de pesos.
Ellos exigen regularización, pero con criterio sobre su rol y características.
Consideran un absurdo la creación de la Superintendencia de Cooperativas, puesto que a su entender, no hay que crear más leyes, ni instituciones reguladoras, lo que sí consideran oportuno es que se revise la ley que crea el IDECOOP, para su modernización.
Viendo el desempeño de esta asociación, que ha invertido unos RD$103 millones en educación y formación a los asociados, el cooperativismo es un modelo positivo que tiene grandes bondades y que bien ejecutadas cumplen con un rol importante dentro del sector productivo y económico nacional.
Hablar de que AIRAC ha otorgado un promedio de crédito a mujeres de 47.4%, de un desembolso en créditos otorgados al sector productivo de 57,240,000,000 pesos, de unos RD$69,960 préstamos otorgados a microempresas, es decir que hay grandes oportunidades en el sector, aunque eso no sea lo que sucede en todas las asociaciones de cooperativas del país.
El presidente Luis Abinader debe escuchar a los representantes de este sector para buscar fórmulas que permitan seguir transparentando sus operaciones, es lo único que están pidiendo, para ello esperan de igual manera que el Banco Central retome el tema con la Junta Monetaria.
Es importante contar con más modelos de trabajo como el que gesta AIRAC cuya misión va más allá de otorgar un crédito y tener una cartera importante de asociados, pero, para eso urge mayor regulación al sistema cooperativista.