Hablar sobre los resultados de noviembre es una buena oportunidad para referirme a algunas observaciones que se hacen intentando de manera mezquina quitarles valor a los avances que estamos logrando en el sector turismo.
Primero. Las estadísticas oficiales sobre el sector turismo siempre han distinguido a los turistas internacionales de los dominicanos residentes en el exterior que visitan el país y también son turistas. Basta entrar a la página del Banco Central y buscar el informe mensual de cualquier año anterior al 2020.
Segundo. Los turistas dominicanos son bien valorados. Son parte de nuestra gente, aportan a la economía y buena parte de ellos también aprovechan su visita al país para disfrutar de la red de hoteles que ofrecemos. Un dato muy importante es que las estadísticas del Banco Central muestran que en su visita al país el gasto de los dominicanos no residentes supera el de los visitantes internacionales. Por ejemplo, este año en el período enero-septiembre el gasto diario promedio de los dominicanos residentes en el exterior en su visita al país fue 5 veces superior (787 dólares) al de los turistas internacionales (159 dólares).
Tercero. Al analizar la tasa de ocupación de los hoteles, si crece porcentualmente o no, si se corresponde con el crecimiento de las llegadas, el factor principal que está influyendo en estas variaciones es la creciente competencia que hacen las plataformas de alquiler vacacional de corta estadía, es decir el alquiler de viviendas de todo tipo para el alojamiento de visitantes extranjeros y dominicanos.
El último informe disponible indica que para el mes de octubre pasado teníamos disponibles 83 mil habitaciones en hoteles y 103 mil habitaciones en viviendas y apartamentos de alquiler para turistas.
Siempre tendremos una agenda con temas pendientes que deben ser atendidos, en algunos casos con decisiones inmediatas, en otros con proyectos de mediano y largo plazo. Pero los resultados tangibles que se exponen cada mes indican que la industria turística dominicana marcha bien. Nunca nada es tan bueno que no pueda ser mejor. Siempre se puede ser mejor, pero estamos avanzando e identificando nuevas formas, nuevos productos, nuevas opciones para seguir adelante.
El proyecto de Pedernales, el desarrollo de Miches, el proyecto Punta Bergantín y un nuevo enfoque hacia hoteles de ultra lujo que planteó Frank Elias Rainieri, aportan nuevas miradas.
Lo más importante ahora es mantener la mirada puesta en los temas del momento y los restos del futuro. Y seguir sentando en la mesa de trabajo donde se adoptan las decisiones a los líderes del sector público y a los representantes del sector privado.
¡Vamos bien! Lo que tenemos hacer es copiar la popular frase del juego de dóminos que advierte que para ganar la regla es: REPITE, MATA Y CUADRA. Aplicada al turismo quiere decir: REPITE lo que has hecho bien, MATA lo que no aporta buenos resultados, y CUADRA las acciones con los socios que haces equipo para aprovechar el buen momento.
¡Vamos bien! Sigamos y solo miremos atrás para aprender del proceso y mejorar lo que hacemos y nos aporta buenos resultados.