El oficialismo no ha defendido bien su propuesta de reforma constitucional. Lo primero es que le han dejado el asunto al presidente Luis Abinader, cuando es un tema tanto del gobierno como del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y ambos pudieran asumirlo. Lo otro es que cuando oficialistas, incluyendo el mandatario, se refieren a la propuesta, solo se enfocan en un único punto, pese a que se trata de una propuesta que abarca varios aspectos. De hecho, de aprobarse, impactaría en unos 40 artículos de la Carta Magna. Y parecería que solo interesa el punto que tiene que ver con la independencia del Ministerio Público. Las declaraciones de los promotores de la reforma usualmente van en esa única dirección. El que no está empapado del tema y oye o lee, por ejemplo, las declaraciones que dio ayer, en el Palacio Nacional, José Ignacio Paliza, podría creer que la reforma toca un solo aspecto de la Constitución. Y resulta que, en la práctica, Paliza es el vocero por excelencia del oficialismo, no solo por su conocida capacidad expositora, sino por los dos cargos que ostenta. Es jefe en el partido y en el gobierno.
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La unificación de los comicios
De los demás aspectos incluidos en la propuesta casi nadie habla. La unificación de las elecciones, por ejemplo. En algún momento tiene que definirse ese tema. En el país ya se ha probado el esquema de las elecciones separadas, con dos años de diferencia entre las legislativas y municipales con relación a las presidenciales. También se ha aplicado el sistema de elecciones unificadas. De hecho, la mayor parte del tiempo ha imperado esta modalidad. Y ahora funciona una especie de híbrido. Hay que decidir si se unifican o se separan los comicios, y para eso, necesariamente hay que modificar la Constitución.