Lo mejor que le pudo pasar al PLD, a la Fuerza del Pueblo y al PRD es haber logrado materializar una alianza electoral que permitirá que sus votos no se cuenten por separado, sino de manera conjunta. El logro es más significativo porque, aunque en principio el acuerdo era muy limitado, finalmente se extendió a todo el territorio nacional. La alianza tiene un efecto matemático inmediato y evidente, porque no es lo mismo contar aparte los votos morados, verdes y blancos que contarlos juntos contra los del oficialismo. Se entiende que eso equilibraría las cosas en muchas demarcaciones. De hecho, en lugares donde el PRM y aliados tienen una mayoría relativa, la situación cambia ahora, porque para ganar, necesitan conseguir la mayoría absoluta. Lo otro es que la alianza tiene un efecto subjetivo porque levanta el ánimo de sectores en la oposición que parecían desmoralizados. La alianza “rescate” lo primero que rescató fue el ánimo de esa gente. En el terreno, el acuerdo ha estado funcionando de forma óptima, pero algunos ruiditos de las últimas horas parecerían amenazar la armonía que se ha visto entre los integrantes de la alianza, principalmente entre morados y verdes.
Advertencias
Uno de los ruiditos de los últimos días es el reiterado reclamo de José Francisco Peña Guaba, uno de los principales promotores de la alianza, para que donde no se haya logrado la alianza en candidaturas uninominales, se retire el que tenga menos posibilidades para apoyar al otro, y ha advertido que en caso contrario, la oposición perderá esa plaza. Peña Guaba no ha mencionado casos específicos, pero hay dos demarcaciones de las más importantes, donde la alianza no se ha podido realizar: Santo Domingo Este, en el caso de la alcaldía, y Santiago en la candidatura a la senaduría. Pero el ruidito más incómodo ha surgido con la denuncia de Fernando Ramírez, hasta prueba en contrario, vocero de Abel Martínez, candidato presidencial del PLD, quien alega que Leonel Fernández “viola el acuerdo”, al buscar el respaldo de dirigentes y candidatos del partido morado.