Actualmente existen tres expresidentes de la República, no sólo vivos, sino que participan activamente en política. No se da con tanta frecuencia, porque en un país donde la reelección de los mandatarios es la norma, no siempre se cuenta con tantos exgobernantes que estén vivos y activos. Se pueden identificar momentos en los que ha habido varios con vida, pero no necesariamente inciden en la actividad política.
Apunta Jatzel Román que, por ejemplo, en el 2000 estaban en el mundo de los vivos Joaquín Balaguer, Juan Bosch, Salvador Jorge Blanco, Donald Reid Cabral y Leonel Fernández. El asunto es que ahora mismo hay tres, uno que aspira a volver, otro que quisiera volver y no puede, pero es presidente de un partido y un tercero que sigue jugando su papel y que actualmente es el principal promotor de la reelección del actual presidente, Luis Abinader.
Hipólito
Se podría decir que este es su mejor momento político como expresidente, desde que salió del cargo, hace más de 18 años, ya que tiene una considerable cuota de poder, sigue siendo jefe de una tendencia dentro de su partido, y está viendo crecer políticamente a sus herederos, su hija Carolina, y su nieto Juan, dos figuras con un promisorio futuro en el PRM.
Danilo
Constitucionalmente no puede volver, y pasa por un mal momento por todo lo que ha ocurrido en su entorno luego de salir de la Presidencia. De su partido, el PLD, no solo es el presidente, sino el líder y está claro que va a jugar un papel importante en las próximas elecciones. En algún momento fue considerado el mejor estratega de la política del país, y el actual proceso lo pondrá a prueba.
Leonel
Es el expresidente que tendrá mayor presencia en el proceso porque es el único que será candidato presidencial. Pretende ocupar el cargo por cuarta vez. Es una ventaja el hecho de haber sido presidente tres veces, porque eso significa que sabe cómo llegar, además de que tiene una impronta, porque tiene logros tangibles que exhibir. Pero al mismo tiempo, cada vez que prometa algo, surgirá la pregunta de por qué no lo hizo en sus administraciones. Su principal fortaleza es también su más grande debilidad.