El 16 de octubre, cuando comience a oscurecer el cielo, la situación en el PLD podría ponerse igual de oscura, o por el contrario, la luz podría iluminar su hasta ahora complicado e incidentado camino. Todo va a depender de lo que pase con la consulta pautada para ese día, y sobre todo, de la forma en que lo tomen los competidores que no obtengan el ticket ganador.

Si esa noche, luego de contar los votos, todos aceptan los resultados, como pronosticó a elCaribe el pasado martes Margarita Cedeño, la organización tendría chance de lograr, por fin, algo parecido a un relanzamiento, y ponerse en condiciones de competir para las elecciones del 2024.

Si por el contrario, pasa algo que empañe el proceso y que impacte en la armonía y la unidad interna, las posibilidades electorales de los morados se reducirían a cero. Ahí entonces se daría el escenario que ayer planteaba Leonel Fernández. Según el líder de Fuerza del Pueblo, en el proceso electoral se dará una polarización entre su partido y el oficialista PRM. Él habla más con el deseo que con la objetividad, pero si las cosas le salen mal al PLD, no hay dudas de que se daría su vaticinio, o más bien, su apuesta. Y el partido morado ocuparía un tercer puesto, lo cual no ocurre desde 1994. Es decir, que volvería al nivel al que estaba 30 años atrás.

Apuestas de FP

No hay que ser un genio para entender que el fracaso del PLD puede significar el avance de Fuerza del Pueblo, y viceversa. Es por eso que los pueblistas estarán sentados en “ring side” viendo lo del 16, y obviamente, esperando a que las cosas salgan mal. El mejor escenario para los leonelistas sería, precisamente, el peor escenario que pueda tener “el viejo partido”. Pero hay quienes no necesariamente apuestan a una debacle, pero sí tienen sus escenarios favoritos e incluso sus aspirantes predilectos. En política, como en la pelota, se juega mirando la pizarra, sobre todo cuando hay un solo puesto disponible para dos contrincantes.

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