Mientras en la oposición Rafael Paz y Domingo Contreras lucen como los virtuales candidatos a la alcaldía del Distrito Nacional, en el PRM, partido que mantiene el control del codiciado cargo desde el 2016, se presenta un escenario de indefinición, al menos hasta el momento. Carolina Mejía, cuyos niveles de aceptación son evidentes, y le asegurarían la reelección en caso de postularse, no ha dicho, de manera categórica, que no lo hará, pero es obvio que no está en eso y si quedan dudas, su padre Hipólito Mejía se encarga de despejarlas.
Sustitutos naturales
Es natural que desde que se comenzara a hablar de la posibilidad de que la alcaldesa renunciara a su derecho de buscar otro período, emulando a su antecesor David Collado, surgiera el nombre de Alfredo Pacheco como el primer candidato a asumir la nominación por el PRM. Pacheco ya aspiró al cargo en circunstancias más difíciles, por lo que era de esperar que esta vez se lanzara. Pero el presidente de la Cámara de Diputados prefiere quedarse en el Congreso, aunque todo indica que piensa dar el salto al Senado. Otro que podría considerarse un aspirante natural es Fellito Suberví, debido a que es el presidente del PRM en el Distrito Nacional, y luce con perfil para el puesto, a lo que contribuye incluso su apellido. Pero resulta que Fellito, o Felipe, tampoco se ve seducido por esa posibilidad y más bien prefiere seguir como funcionario, aunque no necesariamente en la Caasd.
Neney al ruedo
Cuando Neney Cabrera comenzó a ser mencionado como posible aspirante, surgieron ataques anónimos a su figura, lo cual arreció cuando aparecieron algunas vallas con su nombre. Eso no le pasa a un candidato débil, por lo que se puede decir que su proyecto arranca con posibilidades. Ayer, se declaró oficialmente aspirante al puesto bajo la premisa de que Carolina no buscará repetir. Aunque Cabrera se convierte en el primero en lanzarse, en la lista de potenciales aspirantes figuran Aníbal Díaz, Orlando Jorge Villegas, Juan Garrrigó Mejía, Hugo Beras, y ahora se menciona a Alberto Atallah.