Carolina Mejía sigue siendo la primera opción del PRM para la candidatura a la alcaldía del Distrito Nacional. Ella es la dueña de esa nominación, porque es la destinataria de la reserva que hizo su partido. Pero en público ella ha dejado el mensaje de que no optará nuevamente por el cargo, y parece que en privado lo ha establecido de manera más enfática y categórica. En caso de mantener esa postura, el PRM tendrá el desafío de llenar esa importante vacante, en una plaza electoral clave, y en un momento en que los dos principales partidos de oposición parecen haber definido sus candidatos al cargo. Fuerza del Pueblo tiene a un Rafael Paz que ha mostrado garras y determinación y el PLD a un Domingo Contreras que se ha preparado para ser alcalde.
Fórmulas salomónicas
Con una reserva destinada para una figura a la que no le interesa la candidatura, y varios aspirantes en la calle tras la nominación, al PRM se le presentó un dilema. No se puede usar una reserva para un aspirante en detrimento de otros, porque todos tienen el mismo derecho. Quizás por eso, en algún momento se habló de una fórmula salomónica. Es decir, recurrir a una figura que no estuviera aspirando, pero que, como Carolina, pudiera ser apoyada por todos. Ahí surgieron los nombres de Alfredo Pacheco y Yayo Sanz Lovatón. Al parecer, a ninguno le animó la idea, por lo que el tema sigue sin resolverse y hay cuatro aspirantes que han arreciado su laborantismo.
El método de selección
Neney Cabrera fue el primero que salió “con el cuchillo en la boca” tras la nominación, y en algún momento parecía que corría solo. Aníbal Díaz, que tuvo un puesto clave en la alcaldía junto a David Collado está inscrito como precandidato a diputado pero sin renunciar a sus aspiraciones a convertirse en síndico. Alberto Atallah arrancó con fuerza y ya hasta marchas-caravanas ha realizado. Y Orlando Jorge Villegas fue el último a salir pero le aplica el refrán aquel. Con cuatro proyectos armados, si Carolina no va, el PRM tendrá que buscar una metodología para seleccionar el candidato. La encuesta sería la fórmula más idónea.