Está por verse si finalmente se da una alianza electoral entre el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y Fuerza del Pueblo (FP) para el 2024, como muchos se aventuran a pronosticar. La reunificación es lo más natural y no tendría nada de raro. Es una misma familia, un colectivo que se partió en dos, y cada sector se fue por su lado. Que se vuelvan a juntar, no sería extraño. Sin embargo, las heridas aún son muy recientes, y aunque abajo y en el medio hay mucha afinidad y afectos, las diferencias más graves y profundas son las que tienen los de arriba, especialmente las dos cabezas, Danilo Medina y Leonel Fernández. Los hechos futuros decidirán si es posible un acuerdo. Mientras, es evidente que PLD y FP tienen mucho en común. Y hay algo que salta a la vista. Ambos comparten algunos temores. El que provoca en ambas organizaciones la posible reforma constitucional es uno de ellos, pero no el único. La rueda de prensa de la semana pasada en la Junta Central Electoral en la que fue uno y el otro no, también es reveladora de otro miedo compartido.
Los “cucos” de la reforma
Voceros del PLD y la FP rechazan la reforma que ha planteado el gobierno de una manera tan categórica que parecería que ellos saben algo que uno ignora. La negativa va más allá de la usual reticencia de la oposición, cuando se trata de iniciativas del oficialismo. Lo que está planteado en la propuesta del Poder Ejecutivo no parece tan controvertido ni genera tanto rechazo. Lo que se dice es que, morados y verdes, les tienen miedo, no a lo que está ahí, sino a lo que no está, y pudiera incluirse luego. Al parecer, a ambos les preocupa que se pueda colar la reducción del porcentaje para ganar las elecciones en la primera vuelta. La FP tendría un temor adicional: que se habilite a Danilo. Si eso pasara, en las elecciones del 2024 podrían participar como candidatos un presidente en ejercicio, y dos expresidentes.