La salida de dirigentes que se da de manera esporádica, pero sistemática, es uno de los males que están sufriendo los partidos de oposición y que los debilita de cara a la batalla que tienen que dar a un oficialismo que si bien no deja de tener sus problemas, luce unificado, tanto a nivel del gobierno como del Partido Revolucionario Moderno (PRM). Allí hay algunos ruidos, sobre todo en la actual coyuntura, pero no fraccionamiento ni lucha de tendencias, y mucho menos gente dispuesta a irse.
Siempre duele
El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y Fuerza del Pueblo (FP) están haciendo su trabajo, o tratan de hacerlo, pero cuando una figura o un grupo sale de una de esas organizaciones para irse a otro lugar, sea a otro nicho igualmente opositor, o al oficialismo, que es el destino favorito, el partido que sufre el éxodo, recibe un fuerte golpe, por lo que significa en realidad la pérdida, y por el efecto en términos de percepción hacia fuera, lo cual se traduce en un revés en su intento por posicionarse adecuadamente en el electorado. No importa que en cada caso los voceros de ese partido intenten minimizar o hasta ignorar el hecho. Siempre tiene su efecto.
Ya no es de morados a verdes
Resulta que el PLD busca desesperadamente un relanzamiento después de la derrota, y la FP tiene todavía un reto más grande por delante por ser un partido nuevo, pero la pérdida de dirigentes, entre otros factores, les impiden avanzar. Del morado salían hacia la FP, y todo quedaba entre opositores, pero hace rato que desde ambos lados se están mudando al partido de gobierno. Y los que faltan…