Cada una con un nivel de avance distinto, pero lo cierto es que las principales reformas institucionales del país están en proceso. Luis Abinader lo había anunciado en campaña electoral como presidente y candidato del PRM, y lo había ratificado en el proceso de transición, pero la baja credibilidad de los políticos provoca que anuncios de ese tipo no sean siempre tomados de forma literal. La constitucional ya está a ley de una sesión para que pueda ser proclamada, la fiscal ya ha sido depositada en el Congreso y hoy se espera que llegue la laboral. No hay vuelta atrás. Este es el arranque de las reformas.

No hubo sorpresas

Hasta el último momento había quienes creían que en la reforma constitucional que arrancó oficialmente el pasado lunes, había “un maco”. Se repitió mucho que había algo oculto, porque para algunos no era fácil creer que un presidente de la República que acababa de ser reelecto, con toda la legitimidad que eso implica y con el control de las cámaras legislativas, estuviera imponiéndose un límite a sí mismo y a sus sucesores en el cargo. No se concebía que con ese poder, Abinader no solo no aprovechara una reforma para abrir la posibilidad de volver, sino que, en cambio hiciera todo lo contrario. Pero la anunciada sorpresa nunca llegó.

Presidentes jubilados

Aunque siga incidiendo más allá del 2028 en su partido y en el país, Abinader se despoja de su condición de “presidenciable” por voluntad propia. Estará a partir de esa fecha impedido de volver, como lo está Danilo Medina. Tomando en cuenta que el otro expresidente vivo, Hipólito Mejía, se sabe que no aspirará y que hace mucho que ha decidido impulsar a su hija Carolina, se podría decir que de los que han pasado por la presidencia, el único que se mantiene como “presidenciable” es Leonel Fernández. En algún momento se habló de la posibilidad de incluirlo en los transitorios para que él tampoco pueda volver, pero los hechos demostraron que eso se descartó.

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