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A partir de mañana se inicia la segunda gestión de Luis Abinader y el PRM. El mandatario asume en un ambiente que no puede ser más favorable para él y su partido.
No solo es que logró ganar en primera vuelta duplicando la votación de su más cercano contendor. En la transición, ha mantenido su dominio, por varias razones. En ese periodo, normalmente flojo de noticias, han fluido informaciones positivas para la gestión, relacionadas fundamentalmente con el comportamiento de la economía. Pero además, el oficialismo ha tenido el control del debate, imponiendo los temas a discutir, principalmente el de las reformas, y más específicamente, el de la reforma constitucional.
La reforma
Aun sin someter el proyecto de reforma a la Carta Magna, el tema le ha dado dividendos políticos a Abinader porque independientemente de los debates entre juristas y políticos, y los cuestionamientos puntuales de algunos sectores, los aspectos incluidos en la propuesta parecen tener de antemano la aprobación de la mayoría de la ciudadanía. Y eso aplica tanto con los dos temas que originalmente planteó, como los dos que agregó. En el ambiente se respira aprobación a su iniciativa, lo que le otorga aun mayor legitimidad al iniciar su segundo período.
Oposición golpeada y errática
La oposición, golpeada en febrero y en mayo, no pudo reaccionar adecuadamente al tema. En la Fuerza del Pueblo, su advertencia inicial de que “la Constitución no se toca” no fue una respuesta muy feliz, lo que al parecer fue evidente hasta para los propios voceros de ese partido, porque no la han vuelto a utilizar. En el PLD, no ha habido respuesta institucional, con una agravante: Varios dirigentes declararon que la reforma es innecesaria, y de repente el excandidato presidencial Abel Martínez dio su respaldo a la idea, particularmente a la propuesta de unificación de las elecciones. Y hay un aspecto común entre morados y verdes con relación al tema. Desde ambos bandos se advierte que el presidente podría tener intención oculta en su propuesta. Lo han dicho tanto que si no es así, entonces ellos quedarán mal.