Ciudad Ho Chi Minh, Vietnam. Acogiendo la cordial y honrosa invitación del Partido Comunista de Vietnam, nos encontramos en esta histórica ciudad, conocida también como Saigón, que se honra con el nombre del líder de la independencia del heroico pueblo vietnamita, participando en los actos oficiales conmemorativos del quincuagésimo aniversario de la liberación del Sur de Vietnam y la reunificación nacional, hecho ocurrido el 30 de abril de 1975, marcando un antes y un después en la historia de esta nación asiática.
La gran conmemoración encabezada por líderes del Partido y del Estado vietnamita ha concentrado diversas delegaciones internacionales al más alto nivel que han venido a reafirmar su amistad y solidaridad con las autoridades, con los veteranos de guerra y el pueblo vietnamita expresadas desde aquellos tiempos de la guerra fría en que nuestros pueblos se enfrentaban a las cruentas ofensivas colonialistas, injerencistas y militaristas imperiales que todavía se manifiestan en distintas modalidades, lacerando la independencia y soberanía que tantos esfuerzos, sacrificio y sangre ha costado a los pueblos de Nuestra América, obviamente incluida la República Dominicana.
Estar aquí, para nosotros, en esta importante festividad donde las calles están teñidas del rojo y la estrella amarilla de banderas de la Patria, no es sólo una muestra de amistad en el marco de las tradicionales relaciones, sino un reconocimiento a este pueblo heroico que junto a la vanguardia partidista, al glorioso ejército, a los líderes de la época, como el inmenso presidente Ho Chi Minh, que se sacrificaron por la libertad de su nación, y supo enfrentar con firmeza y gallardía al entonces ejército más poderoso del mundo, al gobierno del Sur de Vietnam, obteniendo una gran victoria.
Esta fecha, este día, y más estos cincuenta años, llena de alegría el corazón de los vietnamitas que en cada conmemoración anual se manifiestan con reverencia a sus antecesores, con dignidad ante su bandera que ondeó por primera vez de la mano del soldado Bui Quang Than, en el techo del Palacio de la Independencia.
Desde entonces y habiendo logrado superar al poderoso imperialismo norteamericano, poniendo fin al dominio colonialista de más de un siglo, Vietnam se ha constituido en un referente de la lucha por su independencia para todos los pueblos del mundo, mostrando su ejemplo en la construcción de la democracia, la búsqueda de la paz y el progreso con justicia social.
Esta conmemoración de cinco décadas de la victoria de la liberación del Sur y reunificación nacional de Vietnam nos ha parecido otra victoria del histórico acontecimiento, dado el esplendor, la masiva y diversa participación, la visible unidad de un pueblo agradecido y el homenaje a los héroes de ayer y de hoy, en un momento en que las amenazas imperiales de los Estados Unidos de Norteamérica intentan prender sobre nuestros pueblos con nuevas fórmulas hegemónicas bajo débiles argumentos con disimulado carácter geopolítico, ante lo cual el mundo multipolar encuentra más amplio el camino para avanzar.
Un después brillante en marcha
La milenaria historia de Vietnam está marcada por grandes epopeyas, entre intensas luchas, batallas y victorias que describen claramente la elevada conciencia, el espíritu indomable del pueblo vietnamita contra invasores foráneos.
Con la victoria del 30 de abril Vietnam escribió una página brillante para el resto del mundo, incluidos los propios poderosos imperialistas de entonces, que en estos tiempos de hoy todavía pretenden incidir en la democracia de nuestros pueblos. Ese acontecimiento lo registra la historia como un hito del siglo XX de relevante significado, pasando a ser Vietnam el primer país cuyo ejército se enfrenta al superior ejército norteamericano y logra la victoria. El pueblo vietnamita demostró su inteligencia, capacidad de unidad, firmeza ideológica y heroísmo revolucionario, inspirado en las aspiraciones del Líder Ho Chi Minh, al considerar que unificar al país es la forma de vida de su pueblo. Las generaciones sucesivas demuestran con vehemencia el orgullo y respeto por el sacrificio de sus antecesores, lo que hemos podido palpar en las diversas manifestaciones festivas de estas cinco décadas.
Se abrió una nueva etapa en la reunificada nación camino al socialismo y viviendo de manera plena en independencia, libertad y soberanía para la paz. En medio de esta conmemoración hemos recordado con amistad, cariño y reconocimiento especial al fenecido secretario general del PCV Nguyen Phu Trong, propulsor aventajado del legado del presidente Ho Chi Minh, especialmente de la unidad partidaria y del pueblo, la firmeza ideológica, la lucha contra la corrupción, así como la defensa permanente de la independencia y la soberanía de la Patria.
En la antesala de esta conmemoración en su quincuagésimo aniversario, el Partido Comunista de Vietnam concluyó el 12 de los corrientes, el XI Pleno del Comité Central del PCV del XIII mandato asumiendo históricas decisiones, como resultado de una jornada de trabajo de tres días, bajo la dirección del secretario general To Lam, que redireccionarán el nuevo período revolucionario del país, lo cual incluye modificación y complementación de la Constitución y las leyes del Estado para servir a la reestructuración del sistema político. Cabe destacar el proceso en marcha que libra el PCV en la lucha contra la corrupción, flagelo que entorpece en varios países el desarrollo institucional y la diplomacia de paz.
Como si fuese por un orden preestablecido, esta conmemoración de la victoria del pueblo vietnamita contra los invasores extranjeros sucede en el glorioso Abril, mes en que también el pueblo dominicano conmemoró el pasado 24 el 60 aniversario de la Revolución de Abril de 1965, una manifestación cívico-militar por la vuelta a la institucionalidad contra el golpe de Estado al primer presidente democrático dominicano, el profesor Juan Bosch, legítimamente electo mediante elecciones libres, tras el ajusticiamiento del tirano Rafael Leónidas Trujillo Molina.
Ante la resistencia del pueblo dominicano y el levantamiento en armas por el respeto a nuestra independencia y soberanía, encabezado por el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, demostrando que estos militares y el pueblo defensor de su voto eran una sola fuerza, los Estados Unidos de Norteamérica ocupó militarmente nuestra Patria, con el desembarco de 42 mil marines bajo la llamada Operación Power Pack, hecho que significó la segunda invasión estadounidense a la República Dominicana, del 28 de abril de 1965 al 21 de septiembre de 1966. La primera ocurrió en 1916. La obsesión de los Estados Unidos en ocupar militarmente nuestro país era evitar una segunda Cuba en el Caribe. Sin embargo, Cuba y Vietnam, en sus distintas realidades son ejemplos de resistencia innovadora, valentía y dignidad.
Desde entonces, nuestra soberanía viene siendo mancillada de distintas formas por los Estados Unidos, a quienes gobiernos de turno se la han puesto en bandeja obedeciendo sus recetas. Por ello, hoy seguimos junto al valiente pueblo dominicano levantando la bandera tricolor por el rescate de la soberanía nacional. Vietnam lo logró de mil maneras: con unidad, inteligencia, firmeza y heroicidad. Este 30 de abril en la Patria de Ho Chi Minh, los días 24 y 28 de abril en la Patria de Duarte, Caamaño y sus compañeros, es un abril por todos y para todos del camino de la unidad en defensa de la soberanía contra el imperialismo invasor.
Aprovechando la cercanía territorial, desde aquí nos trasladaremos a Beijing donde desarrollaremos una agenda que nos permitirá fortalecer nuestras tradicionales relaciones partidarias con el Partido Comunista de China y relaciones académicas fomentadas con la presentación de nuestro libro “Del Caribe a los Antípodas, traducido al idioma mandarín y puesto en circulación en tres universidades de China.