Este próximo domingo 5 de julio los dominicanos registrados en el padrón electoral estamos convocados a las urnas para elegir al próximo Presidente de la República y a los legisladores que habrán de hacer nuestras leyes durante el período 2020-2024, proceso donde hay varias propuestas presidenciales que han sido formalmente presentadas ante el electorado, y donde encuestas diferentes muestran en portada resultados diferentes, pues unas señalan que hay una competencia cerrada entre el PRM y el PLD, y que en tal virtud no habrá definición en primera vuelta, mientras otras encuestas presentan resultados con clara definición en primera vuelta a favor del PRM, lo que indica que este proceso electoral particular se ha de desarrollar en medio de la peor pandemia de los últimos 100 años, que a nivel mundial ya acumula 10 millones de contagios y 500 mil muertes, y en medio de una de las peores tormentas de polvo del Sáhara de los últimos 100 años, y donde partidos políticos y encuestadoras se juegan su prestigio y su futuro.
Y es que este será el primer proceso electoral donde tendremos la obligatoriedad de acudir a votar con mascarilla para cubrir boca y nariz, y en la fila de votación tendremos que guardar el debido distanciamiento para reducir contagios por un coronavirus que ya en la República Dominicana ha contagiado a 30 mil personas, proceso donde los resultados electorales son esperados por una parte importante de una sociedad pensante que se ha mostrado escéptica ante los resultados de portada de algunas encuestas que aparentemente han hecho un ejercicio de generosidad que busca presentar ante la sociedad un posicionamiento político más favorable que el posicionamiento real, lo cual ya se ve como normal, y hasta como un permiso para atraer al votante indeciso.
Quien ha visto las tensas discusiones que en el Congreso Nacional se han producido entre diputados del gobierno y diputados de oposición, se ha percatado de la gran preocupación expuesta públicamente por experimentados legisladores de oposición en el sentido de que, según su interpretación, todas las medidas tomadas por el Gobierno, dentro del período de excepción, para enfrentar la pandemia del coronavirus, sólo han beneficiado al candidato del gobierno y han perjudicado al candidato de la oposición, y se supone que si dicen eso es porque tienen datos numéricos similares a los expuestos por su jefe de campaña, quien en un programa de Tv admitió que en sus propias encuestas el PRM ha bajado 4% y el PLD ha subido 7%, tanto así que desde la penúltima solicitud de extensión, la oposición estuvo advirtiendo al Presidente de la República para que no enviara ninguna otra solicitud de extensión del período de excepción porque no recibiría aprobación, ya que, según ellos, esas medidas estaban beneficiando al candidato del gobierno y estaban perjudicando al candidato de la oposición, y en tal virtud el Presidente de la República acaba de optar por no solicitar una nueva extensión del período de excepción, dejando claro en su discurso del pasado viernes que no la solicitó por la falta de cooperación de los diputados de la oposición.
Sin embargo, esa preocupación expresada por experimentados legisladores de oposición, no aparece reflejada, para nada, en los datos de portada de las encuestas de mayor prestigio que acaban de ser publicadas, aunque se reflejan en datos del reverso de esas mismas encuestas, pues los resultados publicados en portada muestran todo lo contrario a lo dicho por esos legisladores, mientras los datos del reverso coinciden con las aprensiones de dichos legisladores, ya que, según las portadas de esas encuestas, el candidato del partido de gobierno ha bajado y el candidato del partido de oposición ha subido, pero, según el reverso, el 60% de la población entiende que el candidato del gobierno fue quien hizo el mejor papel durante la pandemia, quedando claro, hasta para alumnos de escuela primaria, que si la aprensión fuera válida entonces las encuestas debieron reflejar en portada algún crecimiento del candidato del gobierno y algún descenso del candidato de la oposición, salvo que, lo que no sean válidos sean los números presentados en portada por esas encuestadoras, porque ambas cosas no pueden ser válidas simultáneamente.
Es difícil aceptar que todas las positivas medidas tomadas por el Gobierno durante la pandemia sólo “beneficiaron” políticamente al candidato de la oposición, y sólo “perjudicaron” políticamente al candidato del gobierno, siendo más difícil aceptar, según los datos de portada de esas prestigiosas encuestadoras, que todo lo positivo que hizo el candidato del gobierno durante esta pandemia se reflejó exclusivamente “en favor” del candidato de la oposición, y se reflejó “en contra” de sí mismo, salvo que la gran tormenta de polvo procedente del Sáhara, la que está bloqueando el Sol en todo el Caribe, haya impedido a esas encuestadoras reflejar en portada la realidad política de nuestra sociedad, lo cual se sabrá este próximo domingo 5 de julio cuando la JCE presente la contabilidad final de los votos emitidos, y quede claro quién deliberadamente nos ha mentido.