Hay quienes dudan que en la política dominicana se pueda practicar la solidaridad. De repente, los más escépticos entienden que más que solidaridad lo que se manifiesta es una conducta propia del populismo. Desde que Manuel Jiménez recibió la alcaldía de Santo Domingo Este se ha visto expuesto a un sin número de situaciones propias de un municipio carente de planificación y ordenamiento. Es lo que se aprecia, en lo inmediato.
Sin embargo, las expectativas que generó el exdiputado por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en torno a esta posición en su discurso de campaña, lo han llevado al paredón, ante lo que muchos señalan como una incapacidad gerencial, que se traduce en desorden y caos en temas tan puntuales como la recogida de basura.
Los munícipes no pueden esperar más, aunque el actual alcalde les ha pedido en múltiples momentos un poco de paciencia, para buscar la fórmula salvadora.
Y pudiera ser entendible que los munícipes le dieran esa tregua por muchos meses, pero la paciencia se acabó. En más de una ocasión el nombre de Manuel Jiménez se convirtió en tendencia por las fuertes críticas en las redes sociales.
Ante toda esta avalancha de críticas hacia Jiménez, el Gobierno dispuso ir en su auxilio e intervenir el municipio más poblado de la provincia Santo Domingo, para tenderle una mano amiga por 45 días y posteriormente dejar el carro andando.
Muchos no creen que esta intervención dé resultados positivos. Por el otro lado ha salido Abel Martínez, quien pudiera ser uno de los candidatos a la presidencia para el 2024 del PLD, cuya gestión al frente del Ayuntamiento de Santiago ha sido tan bien valorada que se reeligió y ganó. Martínez ha sido un referente en términos de gerencia al frente de una ciudad, y entiendo que esto es lo que le da el permiso para sugerirle a Manuel Jiménez, que está a la orden para “ayudarlo” con la situación de emergencia que presenta SDE.
“Ante la preocupante situación de insalubridad del municipio de Santo Domingo Este, nos ponemos a disposición de la Alcaldía y Manuel Jiménez”, dijo el inquieto alcalde de la Ciudad Corazón que se adelantó a sumarse para ayudar a resolver una situación que afecta a más de 700 mil personas que viven en esa demarcación. Dejemos a un lado el escepticismo, porque a veces vemos manifestaciones sinceras de solidaridad entre la clase política.