Históricamente, los imperios o grandes civilizaciones han existido siempre -y es un referente histórico fáctico-; sin embargo, cada uno de ellos-ellas surgieron en contextos históricos o estadios de la evolución humana diferentes y a partir de una situación geográfica específica o privilegiada. Por lo mismo, aquí entró en juego el papel de los líderes en cualquier etapa por más embrionaria de que se trate. En otras palabras, las civilizaciones no surgen como actos mágicos o sorpresivos sino como procesos socio-históricos y culturales específicos.
No hay duda, China es una de las civilizaciones más antiguas de la humanidad, pero está limitada, actualmente, por una serie de factores endógenos e innegables: a) es una sociedad cerrada o dictadura de estado, b) no es nación cuyas lenguas o idiomas sean universales -incluso entre chinos puede que no se entiendan (mandarín-cantonés)-, c) nadie, por no decir muy poco, ve a China como una nación atractiva para radicarse -más allá de ir a hacer o representar negocios o empresas-, d) no hay estudios históricos-sociológicos confiables sobre cómo es el día a día real de sus ciudadanos (¿o alguien cree que un ciudadano chino, mucho menos un extranjero, es libre de transitar o mudarse de un sitio o región a otra sin algún control estatal?), e) ¿alguien sabe, por ejemplo, cuál es el poder adquisitivo de un ciudadano chino promedio?; y f) en China, como en toda dictadura, no hay libertad de pensamiento ni de prensa.
La anterior es una realidad fáctica, y no niega el gran avance del gigante asiático en materia de ciencia, tecnología e innovación; pero es un país que vive en el contexto de dos regímenes: por un lado es dictadura “comunista” -para sus ciudadanos-, y por el otro, es una economía capitalista, pues compite en el terreno comercial, geopolítico y tecnológico con occidente -sobre todo, con su cabeza-líder: Estados Unidos-. Es más, en el campo tecnológico se proyecta por delante de Europa y los Estados Unidos.
No obstante, uno se pregunta: con esas ventajas y desventajas de China, ¿podrá ser potencia hegemónica global? Tengo mis dudas al respecto que solo se disiparían cuando miles de ciudadanos del mundo vean a China como un país atractivo más allá de hacer turismo, negocios o representar alguna empresa capitalista. Es más, que alguien me diga o responda, como sucede con miles de chinos en todo el mundo, ¿cuántos ciudadanos extranjeros viven en China por su cuenta y bajo ese régimen policíaco-totalitario?
En conclusión, para China ser paradigma (modelo de sociedad) de país -o país hegemónico global- es sine qua non que, por lo menos, deje de ser una dictadura. Eso sí, podrá ser líder tecnológico y hasta comercial -si occidente sigue durmiendo (y, por supuesto, el euro-dólar es desplazado o sustituido por el yuan u otra moneda)-; pero de ahí no pasa. O, tal vez, estamos equivocados y pronto tendremos que hablar mandarín (como vemos una china cultural hegemónica es cuasi imposible). Entonces, estamos ante un mito -a largo o corto plazo-. Así de sencillo.