El merengue, nuestro ritmo nacional que tiene dimensión internacional, logró una hazaña trascendental de la mano del maestro Ramón Orlando, el pasado día 4 de marzo, al sonar y deleitar de forma magistral a una gran cantidad de ciudadanos rusos y diplomáticos de varios países, nada más y nada menos que en la sala principal del Conservatorio Tchaiskovsky de Moscú, una de las áreas de espectáculos más prestigiosas del mundo.
Ese día, como parte de la celebración del 181 aniversario de la independencia dominicana y el 80 aniversario del establecimiento de la relaciones diplomáticas dominico-rusas, la embajada dominicana en Moscú auspició la presentación de un concierto histórico denominado “Merengue Sinfónico”, a cargo del maestro Ramón Orlando acompañado de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio de Música de Moscú.
Ramón Orlando dirigió de forma magistral una orquesta integrada por setenta y cinco músicos del Conservatorio Tckaikosvsky, con la dirección artística del maestro Vyacheslav Valeev y la dirección de programa de marestro Ilya Markeev. Esa gran cantidad de músicos rusos, reforzados por seis destacados músicos dominicanos y bajo la dirección de Ramón Orlando, por primera vez en la capital rusa llenaron de sabor merenguero dominicano todo el amplio espacio de la sala principal del Conservatorio de Moscú. Los seis músicos dominicanos que sirvieron de apoyo para darle fortaleza y sabor al concierto fueron Francisco Pérez (tambora), Máximo Núñez (trompeta), Humberto Flores (güira), Rosbell Morel (congas), Julio César Feliz (bajo) y Enriquillo Pimentel (saxofón alto).
Ramón Orlando es uno de los más destacados merengueros del país y un maestro de la música, graduado en el Conservatorio Nacional y que domina a la perfección la ejecución de la música clásica. En ese concierto en Moscú logró una perfecta fusión de la melodía del ritmo caribeño-dominicano con los sonidos característicos de la música clásica. Diez merengues fueron vestidos del ropaje clásico y su ejecución sonó de forma magistral, siendo disfrutado por una gran cantidad de invitados especiales, que asistieron a la celebración del 181 aniversario del nacimiento de la República Dominicana.
El maestro dominicano Ramón Orlando, escogió diez merengues destacados en la historia de nuestro ritmo y los montó en la vertiente clásica, pero manteniendo su base rítmica dominicana. Esos diez merengues fueron: “Compadre Pedro Juan”, de Luis Alberti; “Juanita Morel”, de Bilo Henríquez; “Te Quiero”, “Sisi y Ricardo” y “Bailando”, de Ramón Orlando; “Déjame Volver”, de Feliz Cumbé; “El negrito del Batey” de Luis Kalaf; “Sin ti soy nada” de Melvin Rafael; “El Guardia del Arsenal” de Luis Díaz y “La Agarradera” De Luis Pérez. Ramón Orlando no sólo dirigió y tocó el piano, sino que en varios momentos se levantó, movió las piernas y los brazos, y bailó con ese estilo tan contagioso y divertido que le es característico en sus presentaciones.
El embajador dominicano en Rusia, Alejandro Arias, al momento de expresar las palabras de bienvenida a los asistentes, dijo que ese concierto era un hecho de gran trascendencia e importancia para la nación dominicana y servía como un puente de amistad y unidad con el pueblo de Rusia. El viceministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Serguei Riabkov, al dirigirse a la audiencia del concierto hizo un reconocimiento al trabajo de la misión diplomática dominicana en Moscú, destacando que existe una muy buena relación entre Rusia y la República Dominicana, y anunció que en breve se dará apertura a la embajada residente de la Federación de Rusia en Santo Domingo.
Acciones como el concierto “Merengue Sinfónico” de Moscú, muestran un rostro de eficacia y visión clara de por dónde deben encaminarse las misiones diplomáticas de nuestro país. El embajador Alejandro Arias y el gran equipo que le acompaña en la embajada dominicana de Moscú, demostraron nuevamente que saben representar con dignidad y decoro a la patria dominicana, que defienden y resaltan nuestros valores culturales y que su trabajo cotidiano está en la línea de resaltar y prestigiar la dominicanidad en todos los escenarios posibles.
El merengue brilló bien alto en Rusia. Es nuestro deseo y nuestra esperanza que el Ministerio de Relaciones Exteriores de nuestro país realice un reconocimiento especial a la embajada dominicana en Moscú, a su embajador y a todo su personal, por esta acción tan estimulante y tan innovadora en cuanto a su misión de representación diplomática de nuestra nación. Y aspiramos que ese concierto se convierta en un punto de referencia y de estímulo para que, en todas las embajadas dominicanas en el mundo, el merengue y el orgullo patrio brillen por todo lo alto con dignidad, con alegría y con pasión.