Las academias militares, los altos mandos, comenzaron a dar los primeros pasos, y en los centros de estudios superiores y estratégicos, se iniciaron con timidez y cierta dejadez, los estudios sobre la nueva concepción de la seguridad nacional. Se trataba de incorporar en ese escenario, los conceptos de seguridad democrática, seguridad ciudadana, seguridad humana y de profundizar en delimitar los conceptos entre defensa y seguridad, dejando que el primero se quedara en el ámbito estrictamente militar y operacional, mientras que el segundo, se inscribiera en el ámbito de los valores de la sociedad civil. Es por ello que fruto de esta revolución conceptual, asistimos a calificar a los organismos policiales, de organismos de las fuerzas públicas dependientes de la sociedad civil, no solo en el aspecto estrictamente policial, sino en todo lo relacionado con el orden público sean estos civiles o policiales, y reservando el término defensa para aquellos organismos militares de custodios de la nación, en el terreno naval, aéreo, o terrestre, despojando a estos del carácter policial.
Es por ello, que el concepto fuerza del orden público, se vincula al aspecto civil de la sociedad y el concepto defensa, se vincula más a tareas militares propiamente dichas, y circunscritas a las esferas señaladas, ya que la misión fundamental y principal es la defensa de la nación, frente a eventuales contingencias que puedan afectar al Estado.
Delimitados esos conceptos, se puede comprender mejor la creación de un Consejo de Seguridad y Defensa Nacional, el cual se asimila más a un organismo de carácter civil-militar, que aplicará las políticas de preservación del orden público del país y evaluará sus riesgos y desafíos. No se trata de un organismo estrictamente civil o militar, sino de una combinación, como lo expresa en su artículo 2, el reglamento que establece la composición y funcionamiento de este, en el decreto 86-21, objeto de estos comentarios. Allí encontramos definidos con precisión, para su uso y aplicación, los conceptos de defensa nacional, directivas sobre seguridad y defensa nacionales, estrategia de seguridad y defensa nacionales, Libro Blanco de Seguridad, Defensa y Desarrollo Nacional, política de seguridad y defensa nacional, seguridad ciudadana, seguridad interior, seguridad nacional, seguridad pública, sistema de seguridad y defensa nacional. La comprensión, aplicación y desarrollo de este concepto, permitirán que esta decisión del Poder Ejecutivo, tenga asidero en la cultura de seguridad y defensa de República Dominicana, ya que encontrará mil y un obstáculos para su implementación, no solo por la cultura trujillista insepulta en determinados estamentos, que de manera natural serán fuertes opositores a los cambios conceptuales analizados. La comunidad de egresados de las academias nacionales y extranjeras en el área de la seguridad y defensa nacional, compuesta hoy por más 1500 egresados, entre civiles y militares son una garantía calificada para implementar estas nuevas políticas públicas, que vienen a fortalecer el Estado democrático de derecho, del cual goza la República Dominicana. ¡Enhorabuena!