El Congreso Nacional órgano central de transparencia y fiscalización de lo público, continúa violentando los principios en que debe basarse su accionar. Es penoso pensar que cada año, se hace el llamado a la eliminación de los privilegios abusivos, como el uso del barrilito y las exoneraciones que a todas luces constituyen prácticas corruptas y antidemocráticas. Sin embargo la sociedad dominicana sigue recibiendo la indiferencia y la burla de algunos miembros del Congreso ante su reclamo, y volvemos a ver la lista de exoneraciones de vehículo de lujos que genera la indignación social.
Con las exoneraciones se parte de la premisa de necesidad de que los legisladores tengan un medio de transporte adecuado que les permita movilizarse para realizar sus labores legislativas, esta es la justificación de la ley. Para buscar una solución a esta situación, lo adecuado sería entregarle al Congreso Nacional una partida presupuestaria destinada exclusivamente a la compra de vehículos para uso de los legisladores en sus funciones, esto acompañados de la eliminación de la práctica de las exoneraciones, que bien sabido que esta disposición se ha convertido un privilegio asquearte, burdo y soez que le estrella a en el rostro de los dominicanos y dominicanas, la falta de criterio en la priorización del gasto público.
Y mientras tanto, se ha continuado la fiesta de traer carros lujosos a costilla de los recursos públicos y desfilan Ferraris, Rolls Royce, Lamborghini, Aston Martin, Mclaren, Maserati, Bentley, Mercedes Benz, Porche, BMW. Mas absurdo aún, es ver cómo también diputados al Parlacen utilizaron las exoneraciones. Bien sabido es que la mayoría de las veces el vehículo exonerado ni siquiera es usado en las labores congresionales. En muchas ocasiones se ha rumorado que las exoneraciones asignadas a los legisladores son vendidas por estos a terceros, lo cual convierte este beneficio en una especie de negocio oculto que se presta a situaciones irregulares y carentes de ética, porque no se supone que estos funcionarios públicos deban hacer negocios a costa del Estado.
Importante avance seria, que el Partido Revolucionario Moderno quien ostenta la mayoría congresual ejerza su liderazgo impulsando ese cambio, pero uno real no cosmético, no un allante más de una ola transformadora que parece quedarse solo en palabras efímeras. Si realmente quieren dejar un legado de cambio comiencen dando el ejemplo con la eliminación de la referida Ley 57-96 de exoneración de vehículos.