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Hay que colegir que sí, que ese señor (llamado Ramfis Domínguez Trujillo, nieto del sátrapa Rafael Leonidas Trujillo Molina), cree que está en capacidad de ser Presidente de República Dominicana.
Además, que tiene la suficiente inteligencia (¿?) para “engatusar” al pueblo dominicano. El mismo pueblo que fue gobernado, por 31 años, por Trujillo Molina, quien no tuvo piedad para asesinar, torturar, encarcelar y mandar al exilio a miles de ciudadanos que no comulgaban con su criminal política dictatorial.
En la primera entrega de este artículo dejé bien claro que este individuo, ni remotamente, tiene posibilidades de alcanzar el solio presidencial.
Ismael Reyes, un exdirigente del Partido Revolucionario Dominicano, “sorprendió” al panorama político local al anunciar su respaldo al nieto del tirano Trujillo Molina.
Le ha prestado su organización, el llamado Partido Demócrata Institucional (PDI) -que es un partido de bolsillo- a Ramfis Trujillo y se ve claro que el señor Reyes ha hecho un gran negocio.
El pasado viernes, en un interesante artículo escrito por Miguel Espaillat Grullón, quien reside en Estados Unidos, éste puso algunos puntos que deben fortalecer la conciencia de la patria.
En su trabajo, publicado en el diario digital almomento.net, Espaillat Grullón plasma estos importantes detalles sobre Ramfis Trujillo: “A Ramfis Domínguez Trujillo lo han adoptado como su líder: trujillistas-balagueristas, calieses, ignorantes, una manada de ingenuos, un ejército de tontos, gente bruta hasta más no poder y toda una legión de personas buenas y honestas, pero engañadas, que desconocen la historia de lo que fue la macabra Era de Trujillo”.
El nieto del dictador Trujillo Molina sabe que no tiene ninguna oportunidad de ascender al poder en nuestro país, pero cree que con el dinero puede comprar conciencias. Y con la compra de conciencias, “quién sabe si la suerte lo ayuda”, dirían sus malvados asesores.
En una declaración ofrecida a la prensa hispana en Nueva York, ese bergante proclamó que cuenta con “un capital de 50 millones de dólares para utilizarlos en su campaña electoral”.
¿De cuál campaña electoral habla este señor? Lo primero es que la Constitución dominicana, por ser ciudadano de Estados Unidos -hasta prueba en contrario-, no le permite ser candidato presidencial en unas elecciones locales.
El nuevo trujillismo, que representa Ramfis Trujillo, no pasará. Y si sus adláteres creen que tiene algunas alas políticas, ¡hay que cortárselas!