“No sabemos lo que nos pasa y eso es precisamente lo que nos pasa”. Esa genialidad se atribuye a José Ortega y Gasset, filósofo y ensayista español que vivió hasta poco más de la mitad del siglo veinte.
Si bien es cierto que no se trata exactamente de un arte, lo real es que conviene asumirlo como tal. Pues considerando que informar es “dar forma al pensamiento”, todo lo que nos llega como mensaje trae vocación para modelar lo que pensemos.
Así se inicia una cadena que incluye sentimientos, emociones, acciones y consecuencias. A veces, esas consecuencias son pasajeras; pero otras se toman su tiempo y pueden volverse eternas.
En la etapa que nos ha tocado vivir, hay quienes nos conocen más que nuestros familiares y, posiblemente, más que nosotros mismos. Por lo pronto, más nos vale aprender el arte de saber lo que pasa.