Las zonas francas dominicanas quieren ser vistas bajo un nuevo concepto, desde un nuevo enfoque de su papel y potencial de desarrollo. Quieren ser percibidas por la colectividad, especialmente por las autoridades, como “zonas del desarrollo acelerado” del país.
Bajo esa perspectiva, el primer presidente que tuvo la Asociación Dominicana de Zonas Francas (Adozona), Manuel Enrique Tavares, actualmente presidente del Parque Industrial Itabo (PIISA), propuso la elaboración de un plan maestro que impulse el desarrollo del sector durante los próximos años, catapultando un crecimiento de entre 10 y 15 por ciento y la posibilidad de llegar a alcanzar la creación de un millón de empleos directos.
Basado en revisiones y proyecciones de los principales indicadores del sector zonas francas, el empresario también entiende que es necesario cambiar algunos paradigmas que se han ido distorsionando en los últimos 20 años.
La exposición del empresario, hecha durante un acto para conmemorar el 30 aniversario de la fundación de Adozona, actividad que contó con la asistencia del presidente Danilo Medina y parte de su gabinete económico, partió de las estadísticas de logros del sector, y de su potencial de nuevos y mayores aportes, si se aplica su propuesta.
Citó que en los 71 parques que hay instalados en 25 provincias que albergan 665 empresas con 165,000 empleos directos, constituyen una historia que en uno de sus capítulos consigna un volumen de inversión por US$4,500 millones.
La historia económica del país desde las últimas dos décadas del siglo pasado hasta ahora no puede obviar el papel y la contribución de las zonas francas.
Esas unidades productivas, cuyo núcleo sectorial exporta al año casi el 60 % de las ventas al exterior de bienes del país, y contribuye a la economía con más de RD$150,000 millones, son también parte importante en la inserción de la producción nacional al mercado global.
De un sector dominado ampliamente por las confecciones, lo que limitaba el valor agregado y la calidad del empleo, las zonas francas han evolucionado a actividades más técnicas, como la fabricación de equipos y aparatos médicos, convirtiendo al país en líder en algunos de ellos. Las zonas francas son una realidad y por tanto, sus ideas de desarrollo deben ser escuchadas y vistas, sin que necesariamente se acepten todas sus peticiones.