Las vacunas constituyen un eficaz instrumento de la medicina preventiva. Contribuyen a minimizar el papel de la medicina curativa y a reducir sus costos. Son una versión pragmática del dicho popular que reza que es mejor prevenir que lamentar.Numerosas enfermedades y dolencias pueden ser prevenibles con la aplicación de vacunas. En la actualidad está en marcha un programa del Ministerio de Salud Pública junto al Ministerio de Educación de vacunación de niñas contra el virus del papiloma humano (VPH), una afección que es la puerta de entrada para el cáncer cervical. La iniciativa generó inicialmente ciertas resistencias en algunos colegios privados, al parecer por desinformación acerca de los efectos de la vacuna. Los opuestos a la aplicación de la vacuna Cervarix alegaban rumores de que podía provocar esterilización de las niñas, entre otros efectos. Afortunadamente la campana recibió el respaldo de numerosas instituciones, incluidas la Iglesia católica y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Según cifras ofrecidas ayer por la directora de Salud del Área 111 del Ministerio de Salud Pública, doctora Maritza Rodríguez, el 40 por ciento de las niñas de 9 y 10 años del municipio Santo Domingo Norte ya han sido vacunadas contra el VPH. Y un dato importante ofrecido por la funcionaria es el que da cuenta de que no se han reportado efectos adversos en las más de 3,000 niñas que han recibido la vacuna.
Según UNICEF, la inclusión de esta nueva vacuna en el esquema de inmunización del país constituye un importante paso de avance en la salud pública y en la protección del derecho a la salud de niños, niñas y adolescentes. Esa valoración representa un convincente argumento, el cual compartimos y apoyamos.
La prevención en este renglón debe ser vista como de alto interés, pues el virus del papiloma humano está vinculado a la aparición del cáncer cervicouterino en la mujer. Y este tipo de cáncer es el segundo con más frecuencia que se presenta en las mujeres en edad reproductiva, causando la muerte de más de 400,000 cada año en el mundo.
De acuerdo con UNICEF, en República Dominicana este tipo de cáncer es el segundo más frecuente y provoca la muerte de más de 500 mujeres al año.
Son cifras y argumentos que justifican la campaña y que se le apoye.