Cada mes de junio, con la llegada del solsticio, el calendario marca el comienzo del verano en el hemisferio norte, que este año empezará a las 10.51 de la noche de hoy jueves 20 de junio, según el Instituto Geográfico Nacional, y que durará 93 días y 16 horas, hasta el 22 de septiembre, que será cuando se inicie el otoño.
Debido a que la línea a la Tierra con el Sol barre áreas iguales en tiempos iguales es la estación climática más prolongada, y aunque en ese tiempo es cuando la Tierra está más alejada de nuestra estrella, los rayos solares inciden de manera directa sobre la superficie, lo que genera temperaturas más calurosas que en el resto del año.
En un país como el nuestro, “colocado en el mismo trayecto del sol” según el poeta nacional Pedro Mir, las diferencias de temperatura entre una estación y otra suelen ser mínimas y hasta pueden igualarse a veces, salvo en algunas zonas de montaña.
El verano incluye diferentes periodos vacacionales, razón por la que llega a las playas dominicanas el mayor flujo de turistas no solo del hemisferio sur, sino también de Europa y de otras latitudes, de ahí su importancia para la industria sin chimeneas.
Pero el planeta, sometido al calentamiento global y al cambio climático, padece cada año de veranos más cálidos, con altísimas temperaturas que provocan el derretimiento de los hielos del ártico, lo que a su vez causa el crecimiento del mar, que termina por inundar poblaciones costeras y litorales marítimos, con lo que muchas playas simplemente desaparecen.
El verano, que históricamente fue el tiempo de cosechar y almacenar para el futuro, se torna cada vez más caliente, con cambios por la actividad humana que traen como resultado abundantes lluvias en una parte del mundo y prolongadas sequías en otras.
Ese aumento del calor provoca otros desastres, como la multiplicación del sargazo, el principal y peor enemigo de nuestro turismo de sol y playas.
El comienzo del verano debiera tomarse como un momento de concienciación para la humanidad sobre el daño que se le está provocando al planeta, y para exigir a los gobiernos, a los organismos supranacionales y a las empresas que hagan algo para modificar la realidad, antes de que el calor que llega en esta estación termine por quedarse hasta secar la Tierra para siempre.