Seguimos sin entender

El 28 de febrero pasado elCaribe tituló su comentario editorial con la interrogante ¿Quién lo entiende?Hoy a más de dos meses de esa pregunta lanzada sobre el tema de la venta en el mercado local de leche a granel, la respuesta todavía…

El 28 de febrero pasado elCaribe tituló su comentario editorial con la interrogante ¿Quién lo entiende?

Hoy a más de dos meses de esa pregunta lanzada sobre el tema de la venta en el mercado local de leche a granel, la respuesta todavía no ha sido dada y el enredo se mantiene con todas sus consecuencias.

Eso es lo que refleja un documento que el pasado viernes emitieron la Asociación de Industrias de la República Dominicana, la Asociación de Industrias Lácteas, Asociación de Hacendados y Agricultores, Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), el Consejo Nacional para la Reglamentación y Fomento de la Industria Lechera, el Patronato Nacional de Ganaderos y la Asociación Dominicana de Productores de Leche (Aproleche), todas entidades empresariales vinculadas o relacionadas con el sector lácteo. Dijeron que recientemente ingresó al país un volumen de 1,170 toneladas de leche en polvo para su venta al detalle, de manera desmedida, a un sector al cual no está destinado el producto.

Según la queja de las organizaciones que emitieron el documento, la venta al detalle de leche en polvo es una práctica que arriesga la salud de la población, por tratarse de un producto cuya manipulación en condiciones inapropiadas e inexpertas puede producir contaminación del alimento. El negocio también promueve la informalidad y prácticas anticompetitivas con la evasión de impuestos que se da, al ser declarados como leche en polvo productos que muchas veces son separaciones lácteas.

El mismo día de la denuncia de las siete agrupaciones empresariales, la directora de Pro Consumidor dijo que en algunos casos de incautaciones de leche a granel hecha por ese organismo se han detectado en el producto insectos y animales, entre los que citó roedores, cucarachas, ciempiés, gorgojos y alimañas que son riesgos mayores para la salud de los consumidores.

En el comentario que referimos planteábamos que todo el enredo de entonces en el negocio de la leche a granel sugería que estamos ante un desorden más entre los tantos que vemos en la República Dominicana. Los problemas de ahora, que son una continuación de los de aquella ocasión, indican entonces que el desorden se mantiene y crece.

También crece la suspicacia por saber quién está detrás de todo ese entramado.

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