Lo que vivimos hace pocos días para las festividades de Nochebuena y Navidad, se repetirá seguramente, y con muy pocas variantes, en Nochevieja y Año Nuevo, es decir, el éxodo hacia el interior, las carreteras llenas de miles de vehículos con decenas de miles de personas para recibir el año en compañía de familiares, y el COE (Centro de Operaciones de Emergencias) dará inicio a la segunda fase del operativo por Navidad y Año Nuevo 2024-2025.

Si bien la primera fase tuvo un balance relativamente normal, hay que esforzarse para superar los puntos negativos, entre ellos que en la mayoría de los accidentes estuvieron involucradas motocicletas, un problema que se torna monótono de tanto repetirse.

La cantidad de voluntarios, más de 47,000, que se desplegará a partir de esta tarde, es una muestra de que los organismos de socorro y asistencia vial, sanitaria y social se toman muy en serio la misión que se les encomienda bajo la coordinación del COE.

Una característica visible de las recientes fiestas navideñas fue que no se notó en las grandes ciudades el despliegue de fuegos artificiales y las emergencias de los hospitales reportaron menores cantidades de asistidos en la madrugada del 25, por lo que lo deseable es que esas cifras mejoren para este Año Nuevo.

Nunca nos cansaremos de repetir que la primera línea de defensa ante los accidentes -y los incidentes- causados por la ingesta excesiva de alcohol es educar a la población.

Las fiestas de Año Nuevo no implican que obligadamente se tenga que tirar la casa por la ventana, aunque el jolgorio y la movilización es mayor, sino más bien festejar con prudencia y mesura.

Resaltamos, además, la tarea anónima y sin resonancia de los miles de voluntarios que postergan el festejo junto a sus familias para cuidar que la población celebre en paz, para brindar su ayuda en casos de emergencia, una labor silenciosa y digna del mejor reconocimiento.

Esperemos que también en esta segunda fase los adultos en su mayoría tomen conciencia de que se debe evitar absolutamente la ingesta de bebidas por parte de menores, para que no se repita la alarmante cifra (21) de intoxicaciones alcohólicas.

Finalmente, el deseo de un 2025 en paz, que haya trabajo para todos y que se multipliquen los beneficios que merece un pueblo laborioso que camina hacia un futuro de prosperidad y de progreso.

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