No por mucho madrugar se amanece más temprano, dice un refrán que generalmente se interpreta como que no se debe tener prisa ni apresurar las decisiones, sin embargo, el hecho de que el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) haya anunciado con más de nueve días de anticipación el operativo preventivo por Semana Santa nos parece atinado.
El martes 5 se informó que desde el jueves 14 más de 48 mil voluntarios y cerca de 40 entidades públicas y privadas estarán en las calles en el operativo “Conciencia por la Vida, Semana Santa 2022”, para prevenir y responder ante cualquier emergencia.
Resulta encomiable que con antelación los organismos de socorro y las otras instituciones que les servirán de apoyo empiecen a tensar sus fuerzas y a prepararse para atender las necesidades que pudieran tener los ciudadanos en su traslado hacia diferentes puntos del país durante el asueto de la Semana Mayor.
Ya hay suficiente experiencia acumulada para este tipo de acciones, en las que se refuerza la asistencia en puntos donde en operativos anteriores se detectó un mayor número de incidentes.
De antemano hay garantías de que se cumplirán los protocolos y también habrá eficacia en la coordinación interinstitucional, con poco margen para la improvisación.
Aunque el mayor problema son los ciudadanos que no colaboran ni ponen de su parte, incurren en excesos e ignoran las informaciones y orientaciones oficiales, por lo que siempre hay hechos que lamentar.
Ojalá este año haya menos accidentes, aunque en las tres fechas santas anteriores el tránsito en autopistas y carreteras y la ingesta de alcohol en playas, montañas y lugares públicos estuvieron reducidos por las restricciones del Covid-19, pero ahora una multitud está lista para desplazarse por todo el país.
Es digno de resaltar que desde ahora nuestros organismos de socorro, liderados por el COE, preparen sus labores preventivas para servir a la ciudadanía, lo que no debe pasar inadvertido.
Vaya el reconocimiento para los voluntarios, brigadistas de la Defensa Civil, médicos, paramédicos, militares, policías y especialistas en búsqueda y rescate, que sacrificarán su tiempo para cuidar las propiedades y proteger a los que vacacionan.