Inaceptable

El presidente estadounidense Donald Trump habló ante representantes del exilio venezolano en Miami, Estados Unidos, y anunció abiertas amenazas contra Venezuela, Cuba y Nicaragua, mediante un discurso que nos retrotrae al período de guerra fría entre la Unión Soviética y Occidente.

El presidente estadounidense Donald Trump habló ante representantes del exilio venezolano en Miami, Estados Unidos, y anunció abiertas amenazas contra Venezuela, Cuba y Nicaragua, mediante un discurso que nos retrotrae al período de guerra fría entre la Unión Soviética y Occidente. Es decir, un enfrentamiento entre socialismo y capitalismo.

Cuba, Nicaragua y Venezuela serían la expresión del socialismo en América y Trump promete acabarlo, lo que sugiere acciones para materializar ese propósito. “El fin del socialismo ha llegado en nuestro hemisferio y en todos los lugares del mundo. No solo en Venezuela, sino en Nicaragua y en Cuba también”.

Podría pensarse que Trump ya entró en su campaña reeleccionista que previó desde que se juramentó y en tal virtud instrumenta un discurso para ganar adhesiones en las comunidades conservadoras de Estados Unidos y entre los latinos convencidos de que el socialismo es una amenaza para su seguridad. Una mezcla de pasión e ignorancia que se afirma en los fracasos de los proyectos que se autodenominaron socialistas o progresistas en la región y han terminado fallidos, absolutamente ineficientes para satisfacer las necesidades de sus pueblos.

Respecto a Venezuela, Trump ha dicho que tiene todas las cartas sobre la mesa, entre ellas la ocupación militar. Ha desechado toda posibilidad de diálogo mientras apoya con firmeza al autoproclamado presidente Juan Guaidó.

La administración Trump ha ignorado absolutamente la iniciativa respaldada por la ONU y por entes de la comunidad europea que abrieron una solución dialogada en Venezuela, con el propósito de evitar el derramamiento de sangre. Bajo los auspicios de México, Uruguay y Bolivia se efectuó hace dos semanas un encuentro en Montevideo para considerar la posibilidad de un diálogo, y al efecto fijaron un plazo de 90 días para identificar medios de aproximación de las partes.

Pero la administración de Trump y quienes le apoyan han preferido la presión y los exhortos a la rebelión de las Fuerzas Armadas Venezolanas y de la población civil, lo que resultaría catastrófico.

Es inaceptable que se pretenda revivir falsamente una etapa de “guerra” entre socialismo y capitalismo para justificar una intervención armada en Latinoamérica. Es pura ficción para justificar la agresión contra terceros países. En República Dominicana vivimos esa amarga experiencia en 1965.

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