Los mayores del Ejército de la República Dominicana Elvin Rodríguez y José Ivanigor Díaz Terrero están acusados de suministrar las armas que utilizaba la banda criminal de John Percival Matos, que imaginamos eran sustraídas del arsenal de la institución a la cual pertenecen.La declaración de la fiscal del Distrito Nacional Yeni Berenice Reynoso del 18 de marzo de 2015 se confirma una vez más: “En el 90% de los casos de criminalidad que ocurren en el país están involucrados policías y militares”.
Lo dijo la fiscal, una voz calificada, pero pudo haberlo dicho cualquier ciudadano como se ha demostrado una y otra vez en los medios con la cuantificación de los casos divulgados por las mismas autoridades en los cuales aparecen policías y militares en conflicto con la ley.
La Policía en vez de prestar la atención debida, prefirió responder desde una perspectiva política. El vocero de la Policía de entonces dijo: “Lamentamos contradecir a la magistrada Yeni Berenice Reynoso, pero entendemos como exagerada su afirmación de que en un 90 por ciento de los casos de crimen organizado están involucrados militares y policías”. Agregó: “En lo que nos corresponde, estamos ante un jefe de la Policía implacable con la delincuencia a lo interno y externo de nuestra institución”.
Solo en la gestión del general Manuel Castro Castillo, a esa fecha, había separado a 3,000 agentes por hechos como los señalados por la fiscal. El alto número de retirados daba la razón a la funcionaria judicial.
La fiscal Reynoso no ocultó su preocupación: “Desde el Ministerio Público hemos dicho que es alarmante y muy preocupante que las personas con que uno trabaja estén involucradas en los delitos, a los que son llamados a investigar… La situación requiere una intervención a otro nivel y es necesario que se haga desde otro estamento del Estado…”.
No se trata de delitos menores, van desde narcotráfico a gran escala hasta sicariato.
Nada extraña en consecuencia que en este caso estén involucrados dos oficiales del Ejército.
Quizás, si se hubiese hecho caso a la fiscal Reynoso no estuviésemos viendo la deshonra de oficiales envueltos en actividades criminales de esta envergadura.